Revista Pliegos de Rebotica - Nº 142- julio/septiembre 2020

PENSARTE Si aún recuerdo aquel día y aquel otro en que la tarde era un suspiro leve, una eclosión de amor interrumpida por el acto de ser y de pensarte; si te pienso es que existes más que nunca, como un lugar lejano y sin historia que tuvimos a mano, cierta vez en que apenas si habíamos nacido. Más allá de los círculos concéntricos eres forma, que existes sin pensarla, y me ofrece tu ser para un después. Es una luz que cae como el resol, igual que la semilla al surco horada y se hace creación en el silencio. PRIMERA SOLEDAD Era el Big Bang y Dios se sonreía al ver los elementos ordenarse, dóciles al Amor de su palabra, aunque no pronunciada. La danza sideral del musical concierto silencioso, se escuchaba sin prisa en círculos trazados en la inmensa pizarra de los tiempos. Para siempre, el Caos natural iba aprendiendo el nombre de las cosas; la duración de las esferas; las mareas en víspera de luna; el horario del agua que hoy no mueve el molino; el calendario azul de los cometas, y la tristeza de los astros. Todo.... se iba llenando de cósmica belleza, así evitando la regularidad de cada día. Hubieras preguntado tantas cosas sin presupuesto de respuestas, que incluso el aire se lo llevaría el viento distrayendo la ausencia existencial. Tan solo un eco inexplicable, extrañamente ingrave, caía tiempo abajo igual que lluvia germinal esférica sobre el espacio, aun temblorosamente recién creado como un milagro destinado al hombre tras la explosión callada de la luz. DE LUZ No voy a abrir furtivamente la ventana que da a tu habitación. Quiero llamarte por tu nombre y que sepas que tu decir, tus sueños siguen en mi alusión, y que nada, ni el tiempo ha de borrar. Ya eres raíz del campo en que me siembro. La luz, el sol eres tú cuando das en mi ventana. ¿O eres el campo y la raíz, y yo solo la luz, la claridad del día que amanece para ti? Es así la belleza, el ser y la verdad; aunque hagamos la traducción de confundirlos con el mar y la luna o un cielo con estrellas una noche de estío y otras cosas así...nos duelen de tan bellas. En la serie infinita nunca hay nada primero, pues solo es lo perfecto circular. Mas qué diría quien ve cómo la luz, en línea recta, se asoma con descaro al balcón donde lucen florecidos, tus pensamientos hoy. 12 Francisco Mena Cantero Pliegos de Rebotica 2020 POETAS DE HOY Y DE SIEMPRE

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