Revista Pliegos de Rebotica - Nº 141- abril-junio 2020

50 Pliegos de Rebotica 2020 PLIEGO DEL PRESIDENTE Raúl Guerra Garrido E E n el principio quizá no fuese el verbo ni la acción sino la luz, la luminosidad de los colores espectrales distinguiendo diferencias entre sus campos y provocando sensaciones. Sólo por descubrir los colores hubiese merecido la pena el nacer. Quizá fuese Goethe quien por primera vez los vinculó a emociones, a contradicciones propias del factor humano, a un juego semiótico de paradojas, más allá de la ciencia exacta y la pintura. Lo azul es la pureza o pura perfección, de ahí que la sangre de reyes y aristócratas sea sangre azul y el príncipe azul sea ese personaje masculino idealizado hasta lo inverosímil. En otras culturas lo azul no es tan puro, los blue films son películas pornográficas y por eso es azul el viagra, y en la nuestra los chistes verdes hasta el siglo XVIII fueron colorados. El ejército bolchevique se autodeterminó como rojo y desde entonces los comunistas son los rojos (y no usan sombrero) y Mao escribió el Libro rojo . El color como la mejor portada de un libro. Lo blanco es la apoteosis de lo global y exacto y los libros blancos un certero juicio sobre un tema particular con perlas como El libro blanco del mercado negro , de Joaquín Manjón. Critica Baltasar cuando dice: “El murmurador se hace testigo falso y el infame para en libro verde” (por infamador). Hoy lo verde, el color de la clorofila, es sinónimo de defensa de la naturaleza y los partidos ecologistas son los verdes. Los clásicos denominaban verde a la ancianidad vigorosa que no había perdido la líbido y de ahí la desviación rijosa al viejo verde. Lo morado es nazareno, de ahí el pasarlas moradas y no sé por qué científica razón, en genética, los diploides se pintan de morado. Lo amarillo reluce como el oro y las fiebres del oro y amarilla son epidemias; en náutica, cuando se utilizaban los gallardetes, la bandera amarilla significaba peste a bordo, y puede que de ahí venga el llamar amarilla a la prensa sensacionalista. La prensa rosa, en romántico, es otro tipo de peste. El negro es luto y el blanco también, depende dónde, los colores siempre dependen de geografías y estados de ánimo. El arco iris: solo por los colores hubiese merecido la pena nacer. De ahí los imbatibles versos de Francisco de Icaza:“Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada”.Verde que te quiero verde, primavera, el color de la esperanza, pero quién renuncia al rojo de los cerezos en otoño a pesar de que el otoño siempre hiere. n De colores

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