Página 39 - Pliegos de Rebotica Nº 110 - Julio/Septiembre 2012

P
de Rebotica
LIEGOS
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actualidad
AEFLA
E
l 30 de mayo del corriente año, organizada por AE-
FLA, en colaboración con COFARES y la Asocia-
ción Cultural Navarra de Madrid, tuvo lugar en el
salón de actos de la Fundación Cultural Lázaro Galdia-
no, la conmemoración del V Centenario de la Conquista
de Navarra cuyos ponentes fueron Juan Ramón Corpas
Mauleón, médico y ex-consejero de Cultura del Gobier-
no Foral de Navarra, y Juan Pedro Iturralde, farmacéuti-
co y secretario de AEFLA. El acto constituyó un éxito
dada la numerosa afluencia de público asistente que lle-
nó el auditorio, mayoritariamente boticario y navarro y
algunos hubo que hasta las dos cosas eran.
Comenzó su intervención Iturralde, quien narró su-
cintamente los acontecimientos que tuvieron lugar en
1512
y que condujeron a la pérdida de la independencia
del estado navarro que a pesar de todo mantuvo su con-
dición de reino unido æque pricipaliter a la corona de
Castilla primero y de España después.
Según explicó Iturralde el pequeño reino pirenaico de
Navarra vivía en una azarosa situación de inestabilidad
política entre las ambiciones de las dos grandes potencias
políticas vecinas, que a su vez completaban su propia for-
mación y definición, Castilla, en vías de construcción de
España y Francia. La dinastía legítima de Navarra Foix-
Albret poseía extensos territorios en el mediodía francés
y aunque Navarra y el Bearne eran estados soberanos,
Catalina I y Juan III eran feudatarios del monarca galo
Luis XII. Por otro lado, la mayor extensión territorial del
reino navarro, la Alta Navarra, estaba ubicada en la pe-
nínsula Ibérica.
Antes esta situación, que el regente de Castilla, Fer-
nando II de Aragón “el Católico”, estimaba de amenaza
para la seguridad de sus estados peninsulares y aprove-
chando la banderización y clima de guerra civil existen-
te en Navarra entre las facciones agramontesa, legitismis-
ta, y beaumontesa, pro-castellana, el de Aragón decidió
la conquista e incorporación del antiguo reino de los vas-
cones. Para justificar su conducta Fernando se basó en el
tratado de Blois de 18 de julio entre Navarra y Francia
por el que estimaba que Navarra se decantaba por el fran-
cés y rompía así su pretendida neutralidad. Al mismo
tiempo solicitó al papa Julio II bulas excomunicatorias
contra los reyes de Navarra acusándoles de cismáticos por
haberse aliado a un rey como Luis XII que había auspi-
ciado el conciliábulo cismático de Pisa.
A fin de promover la conquista el Católico, exigió
a los reyes navarros el paso por su territorio de un ejér-
cito anglo-castellano para atacar Francia. Ante la nega-
tiva de los monarcas navarros el duque de Alba al fren-
te una numerosa hueste de unos 17.000 efectivos
formada por tropas de los tercios viejos de Italia, ter-
cios de Bugía, milicias guipuzcoanas y alavesas y na-
varros beaumonteses rompió la frontera por el limes oc-
cidental de reino el 19 de julio de 1512 y en una
fulgurante campaña relámpago de menos de dos meses,
en la que apenas hubo resistencia ni víctimas, se apo-
deró del an-
tiguo Reyno
de Navarra
en nombre
de la Coro-
na de Casti-
lla, debien-
do
l o s
m o n a r c a s
navarros pa-
sar al exilio.
Catalina y
Juan prime-
ro, y después su hijo Enrique, apoyados en la lealtad
agramontesa y en los ejércitos prestados de los reyes
de Francia Luis XII y Francisco I, intentaron la recu-
peración de su reino,hasta tres veces, saldadas con sen-
dos fracasos. Con la jura en Burgos el 3 de mayo de
1524
de los últimos resistentes agramonteses, Navarra
quedó definitivamente incorporada a España como rei-
no asociado con sus propias leyes, fueros y privilegios.
Por su parte, la intervención de Corpas se centró en
un análisis por el que procedió a revisar la situación del
reino de Navarra, una vez concluido y asumido el trau-
ma de la conquista. Se acercó a las aportaciones de los
cronistas e historiadores del momento y realizó un aná-
lisis del hecho de que, tras ser conquistados e incorpo-
rados a Castilla, los pensadores navarros reelaboran la
interpretación de su identidad con dos premisas funda-
mentales: -La preservación de su esencia de reino, vin-
culado a Castilla por la misma corona, pero con el man-
tenimiento de todas sus prerrogativas y organismos
como reino "de por sí" -El acceso a todas las ventajas
de la incorporación, que abre para los navarros las puer-
tas y las oportunidades de participar en las acciones del
mayor imperio de su tiempo.
En base a ello, Navarra se refunda. Pasa de ser un pe-
queño reino fronterizo, ambicionado y acosado por sus
tres poderosos vecinos -Castilla, Aragón y Francia-, es-
cindido y arruinado por más de medio siglo de guerra ci-
vil, a mantenerse como reino, con todas sus instituciones
y derechos, pero pacificado y abierto al imperio español,
es decir, al mundo.
La refundación del reino, en los siglos XVI y XVII,
que nace de la reflexión de sus pensadores, no es la úl-
tima. Navarra tiene que pasar a lo largo de las Historia
por varios momentos que van a exigir sucesivas adap-
taciones (refundaciones) para acomodarse a las corrien-
tes de los tiempos y mantener su identidad. 1700. 1832.
1936.
Hasta la llegada de la transición democrática -
1978-,
con la LORAFNA. Todas y cada una de estas
refundaciones se han basado en el trabajo de sus histo-
riadores y pensadores, como base esencial para la ela-
boración de un discurso coherente y lineal que abarca
quinientos años de la historia de Navarra y, por tanto,
de España.
ACTUALIDAD AEFLA
Conmemoración del
V centenario de la conquista de Navarra