Page 46 - Pliegos_107

This is a SEO version of Pliegos_107. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

E

l domingo 25 de septiembre de 2011 a las cinco de la tarde, los buenos aficionados catalanes han oído por última vez los clarines en su preciosa plaza Monumental de Barcelona. El dramaturgo catalán Albert Boadella ha dicho que prohibir los toros es una batalla ganada a España. Para mí, era algo previsto. Solo hay que recordar lo que está pasando en Cataluña y fijarse en la política que se ha ido instaurando desde hace unos cuantos años.

El 20 de mayo de 1980, Jordi Pujol ganó las elecciones autonómicas y se convirtió en Presidente de la Generalitat. Entre los signos que había que erradicar, estaban las corridas de toros, a partir de entonces se estrecha un cerco sobre nuestra Fiesta hasta este día 25 de septiembre en el cual la Monumental ha celebrado su última corrida quedando atrás cien años de toreo en su ruedo.

El público catalán ha sido y sigue siendo un buen aficionado en general a nuestra querida fiesta nacional, los toros. He vivido en Barcelona durante diez años, desde 1950 hasta 1960, por eso creo conocer a Cataluña y guardo gratos recuerdos y amigos de ese noble pueblo. Durante esos diez años acudí muchas tardes a los festejos taurinos que se celebraban en La Monumental y Las Arenas, teniendo lugar los domingos y los jueves con gran asistencia de público y con magníficos carteles.

Barcelona descubrió y en ella tomó la alternativa, el gran torero Domingo Ortega y tuve la suerte de verlo en una magnífica corrida en 1953 donde actuaron con él, Dámaso Gómez y el diestro cordobés José María Martorell, todos cortaron orejas. Barcelona vivió con “Chamaco” un auténtico fenómeno sociológico, parecido años mas tarde al de Manuel Benítez “El Cordobés”. También vibró con los hermanos César, Curro y Efraín Girón. Marcial Lalanda toreó 127 corridas en Barcelona, más que en Madrid y en otras plazas de España. “Manolete” toreó en Barcelona un total de setenta corridas, alguna de ellas con el gran Carlos Arruza. Cataluña ha dado a la Fiesta grandes toreros como Mario Cabré, Joaquín Bernadó, Serafín Marín, José Mª Clavel y Enrique Patón, a título de ejemplo.

Quiero dedicar un recuerdo a don Pedro Balañá Espinós, que entendió como nadie el negocio taurino y antes de que sus descendientes se plegaran al aluvión nacionalista. Don Pedro consiguió en aquellos años que su plaza estuviera por encima de la de Las Ventas de Madrid, en calidad y cantidad de festejos.

La prohibición de los toros en Cataluña por el Parlamento Autonómico, parece un tremendo error y una insensatez. Demuestra un desconocimiento no solo de la propia cultura ibérica y portuguesa, sino de la propia cultura catalana. Si habláramos de política, Maciá y Company presidieron ambos, corridas de toros en los años de la República. Alberti y Bergamín acudían con frecuencia a la plaza de toros, y toda la Generación del 27 excepto Cernuda, eran grandes aficionados. García Lorca decía: ¿Qué sería de la primavera española, de nuestra sangre y la lengua, si dejaran de sonar los clarines dramáticos de la corrida? El gran Joan Maragall en su Oda a Espanya concluye con la triste exclamación: Adeu Espanya.

Estoy seguro de que el pueblo catalán algún día se dará cuenta del error tan grande que ha cometido. El día 25 de septiembre, el torero catalán Serafín Marín por ser el menos veterano de la terna, ha tenido el honor de torear el último toro de la tarde. Él confía, porque cree en la política, la justicia y la iniciativa popular, en que saldrán al quite y lograrán revocar el veto.■

P

de Rebotica de Rebotica

LIEGOS LIEGOS

TAUROMAQUIA

Álvaro Domínguez Gil

tauromaquia

La abolición de

los toros en Cataluña

El torero Serafín Marín con el capote donde reza el lema "Libertad" durante el último festejo taurino celebrado en la Monumental de Barcelona. /EFE

Page 46 - Pliegos_107

This is a SEO version of Pliegos_107. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »