MEDICAMENTOS EN ESPAÑA 364 complemento e interferones) como en la celular (activación de poblaciones linfocitarias T colaboradoras, citotóxicas y de estirpe NK o natural killer). Inicialmente, se produce una intensa expansión clonal de linfocitos CD8+ con actividad citotóxica dirigida frente a diversas proteínas del virus, y que originan cierta supresión de su replicación y una drástica disminución de la viremia, pudiendo incluso hacerse indetectable en la sangre (generalmente, < 50 copias de ARN/ml de sangre). Entre 3 y 5 semanas después de la infección aparecen los anticuerpos y a partir de ese momento el paciente se transforma en seropositivo. Aunque la potente respuesta llega a contener la replicación vírica, es incapaz de erradicar el virus, que con el tiempo se difunde por todo el organismo. Ambos tipos de virus (VIH-1 y -2) son capaces de evolucionar a la fase de infección crónica asintomática, a lo largo de la cual se produce un deterioro progresivo del tejido linfoide y, finalmente, a SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), si no se instaura tratamiento3. Esta última fase se define a partir de un contaje del número de linfocitos T CD4+ < 200 células/ml de sangre o por la asociación de cualquier manifestación grave independientemente del recuento celular. Entre las manifestaciones más comunes de esta fase sobresalen las infecciones oportunistas (por ejemplo, por micobacterias, Pneumocystis jiroveci, Candida albicans, herpes simple y zóster, citomegalovirus, etc.) y también ciertas patologías malignas, como ciertos tumores (por ejemplo, sarcoma de Kaposi y ciertos linfomas), asociados todos a la inmunodeficiencia provocada por el VIH. Para un mayor detalle sobre la historia natural de la enfermedad (Figura 2) se recomienda consultar el artículo monográfico previamente publicado en Panorama Actual del Medicamento (Fernández-Moriano, 2018). Con respecto a la epidemiología, los datos publicados por la OMS en 2022 reflejan que a finales de 2021 había unos 38,4 millones de personas de todos los rangos de edad (rango 33,949,8 millones, incluyendo unos 2 millones de niños menores de 15 años) que vivían infectados con el VIH en todo el mundo, más de dos tercios –casi 26 millones– en el continente africano4, especialmente en África Subsahariana, región en que la tasa media de prevalencia del VIH se aproxima al 5% y alcanza el 25% en algunos países. Cabe destacar que el VIH sigue siendo uno de los mayores problemas para la salud pública global: desde que se iniciara la epidemia en 1981 ha sido la causa de 40,1 millones de defunciones (los cálculos oscilan entre los 33,6 y los 48,6 millones), de las cuales aproximadamente 650 000 se produjeron en 2021; el virus ha infectado en total a hasta 79 millones de personas, produciéndose en 2021 unos 1,5 millones de nuevos contagios (1,1-2,0 millones). En todo caso, la epidemia se ha estabilizado o está mostrando signos de recesión en los últimos años, con una incidencia que continúa en descenso: por ejemplo, en dos décadas se ha reportado una significativa reducción desde los 3,4 millones de nuevos casos a nivel global en 1996 hasta las 1,8 millones de nuevas infecciones en 2017. La mayoría de nuevos casos se concentraron en las poblaciones de riesgo, esto es, mujeres en el continente africano, hombres homosexuales, prostitutas o drogadictos. Además, pese a los problemas de acceso en determinados territorios, los progresos en la prevención y en el tratamiento antirretroviral han permitido también reducir en más de la mitad el número de defunciones por enfermedades relacionadas con el SIDA a nivel mundial, desde el pico de 1,9 millones en 2004 hasta las 940 000 muertes en 2017. TRATAMIENTO ANTIRRETROVIRAL (TAR) Mientras no se disponga de fármacos con capacidad para erradicar definitivamente el virus, el objetivo fundamental del TAR es suprimir la replicación del VIH para mantener la carga viral plasmática (CVP) en niveles indetectables –el estándar terapéutico Figura 2. Historia natural de la infección por VIH. 3 En ausencia de tratamiento, se estima que la mediana de supervivencia de los pacientes con infección por VIH avanzada (< 50 células CD4+/µl) es de 12 a 18 meses, y el tiempo medio de evolución natural transcurrido entre la primoinfección y la muerte del paciente se sitúa sobre los 11 años. 4 El Caribe tiene la segunda tasa de prevalencia de VIH más alta del mundo, donde más del 50% de población infectada se encuentra en Haití. En contraposición, en Europa viven “solo” 2,3 millones de infectados (en España, unas 145 000 personas), lo que evidencia la desigualdad en la prevalencia de la infección por zonas geográficas. La prevalencia general en Asia es baja (tasa cercana al 0,6%), aunque en el Sudeste Asiático se estiman unos 3,5 millones de personas infectadas, de los que más de la mitad de casos (2,1 millones) se localizan en la India. Cabotegravir en infección por VIH
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