329 REVISIÓN Dolor: clasificación y analgesia MEDIDAS ADYUVANTES Estas medidas tienen como objetivo reducir la dosis de analgésicos que precisa el paciente. Dentro de este grupo tenemos fármacos que pueden tener efecto analgésico propio o potenciar el efecto analgésico de otros grupos farmacológicos y además contamos con medios no farmacológicas. Farmacológicas • Antidepresivos tricíclicos: existe evidencia limitada para su empleo en pacientes con dolor. Entre los más usados destaca la duloxetina. • Anticonvulsivantes: hay estudios que demuestran una escasa disminución en el uso de analgesia de base, especialmente en el postoperatorio con pregabalina como adyuvante, principalmente en pacientes con un mecanismo de dolor nociceptivo. Algunos autores cuestionan la recomendación de estos fármacos. • Esteroides: la administración de dexametasona reduce el dolor y, además, disminuye los requerimientos de opioides, las náuseas y vómitos postoperatorios, principalmente si se administra en la fase preoperatoria. Es importante valorar el riesgo-beneficio de forma individualizada antes de su uso debido a sus efectos secundarios. • Ketamina: puede reducir discretamente el dolor postoperatorio y también los requerimientos de opioides, las náuseas y los vómitos. Asimismo, es de gran utilidad en pacientes tolerantes a los opioides, especialmente en los que presentan dolores intensos y de corta duración (reducciones de fractura y amputaciones). Puede incrementar el riesgo de agitación psicomotriz en un 30%, aunque dicha situación puede ser revertida con benzodiacepinas. • Magnesio: tiene eficacia como tratamiento adyuvante en el dolor postoperatorio en varios tipos de cirugía, pero requiere del control estricto de su administración para evitar efectos secundarios. • Alfa-2 agonistas (clonidina y dexmedetomidina): generalmente utilizados en la analgesia preoperatoria, aunque su uso se ve limitado por sus frecuentes efectos adversos. • Cannabinoides: no existen evidencias científicas suficientes para recomendar su uso en el manejo del dolor. • Lidocaína: fármaco muy usado en cirugía abdominal y urológica, su administración intravenosa ha demostrado que mejora la eficacia analgésica, además de reducir la inflamación postquirúrgica y favorecer la recuperación funcional del paciente. Aún existe escasa evidencia para recomendar el uso de lidocaína en parches. Intervenciones psicológicas No hay suficientes evidencias para recomendar el uso de técnicas cognitivo-conductuales, relajación o hipnosis. Estas técnicas incluyen desde escuchar música, distracción y realidad virtual (más eficaces en niños y adolescentes), pero existe cierta controversia en cuanto a la aplicación de este tipo de terapias Medidas físicas Existe una evidencia limitada sobre el beneficio del frío, calor, masajes y magnetoterapia en el manejo del dolor. En cuanto a la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS) la calidad de los estudios y las diferencias metodológicas hacen que estos no sean concluyentes acerca de su efectividad en el tratamiento del dolor. Acupuntura Existen pocos estudios que respalden la recomendación de la acupuntura en el momento preoperatorio y en el primer día del postoperatorio. Podría ser un buen coadyuvante, mejorando el dolor y disminuyendo el requerimiento de analgesia postoperatoria, aunque los ensayos clínicos sobre acupuntura presentan importantes deficiencias metodológicas y no se puede concluir al respecto de su beneficio. PROCEDIMIENTOS INVASIVOS Deben de ser aplicadas por especialistas en este campo. Las opciones son: analgesia epidural, intratecal, bloqueos neuroaxiales y regionales. En algunos tipos de cirugía han demostrado ser más eficaces que la analgesia parenteral.
RkJQdWJsaXNoZXIy MTEwMTU=