REVISIÓN 324 Dolor: clasificación y analgesia DIAGNÓSTICO HISTORIA CLÍNICA DEL DOLOR La anamnesis es la herramienta más importante para el asegurar un diagnóstico y tratamiento adecuados. Debe incluir la siguiente información sobre el dolor: • Momento de inicio y persistencia (constante o intermitente), patrón y grado de fluctuación y frecuencia de las remisiones, duración. • Su cualidad: por ejemplo, agudo, sordo, cólico, urente, lancinante y punzante. • Gravedad. • Localización (localizada, difusa, profunda, superficial). • Su patrón de irradiación. • Factores que lo exacerban y lo alivian. • Síntomas acompañantes. • Síntomas desencadenantes. Esta información y el examen físico ayudan en la elección de las pruebas complementarias y de imagen para el adecuado diagnóstico y tratamiento de una condición dolorosa. Se debe tener también en cuenta el nivel de funcionalidad del paciente y el efecto del dolor sobre la misma, evaluando la limitación en las actividades cotidianas (vestirse, asearse), trabajo, pasatiempos y relaciones personales. Además, debemos determinar cómo afecta el dolor al paciente en su esfera psicológica, diferenciando entre el dolor y el sufrimiento, sobre todo en los pacientes con dolor debido a procesos neoplásicos, pues en su caso el sufrimiento puede deberse a la pérdida de la función, o al miedo a la muerte inminente más que al propio dolor. ESCALAS DE EVALUACIÓN DEL DOLOR Existen una serie de escalas validadas que complementan la historia clínica en la valoración del dolor, aportando información sobre su intensidad. Suelen ser de gran utilidad especialmente en pacientes con deterioro cognitivo, alteración visual, barrera idiomática, etc. Se distingue entre varios tipos de escalas, que se definen a continuación. Unidimensionales: suelen evaluar únicamente la intensidad del dolor (Figura 1). • Escalas numéricas visuales: miden la intensidad del dolor mediante reglas de 10 centímetros, en las cuales se describe en sus extremos: “sin dolor” y “el peor dolor imaginable”. El paciente elige en qué extremo se encuentra su intensidad de dolor. La Escala Visual Analógica (EVA) es la más utilizada. • Escala verbal simple: consiste en una serie de términos que representan el dolor de forma progresiva en intensidad: “no dolor, suave, moderado, mucho, insoportable”. Son simples y fáciles de utilizar. Multidimensionales: estas escalas permiten evaluar varios aspectos del dolor, como la localización, naturaleza, e incluso el impacto que el dolor ejerce en la vida diaria o en el estado de ánimo. • Cuestionario de dolor de McGill: es el más conocido, si bien no está validado en castellano. En su forma original es muy extenso y requiere entre 20 y 30 min para su realización. Existe una forma reducida que solo necesita de 2 a 3 min (Figura 2). En dicho cuestionario el paciente tiene que escoger entre 20 grupos de palabras descriptivas para realizar una caracterización sensorial, afectiva y evaluativa del dolor. Incluye una escala de intensidad de dolor, otra de analgesia y una figura humana para que el paciente pueda localizar su dolor. • Escala inventario breve de dolor: fue creada básicamente para pacientes Figura 1. Escalas unidimensionales para evaluar la intensidad del dolor. Tomada de (Watson et al., 2022).
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