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323 REVISIÓN Dolor: clasificación y analgesia y también como “un sentimiento, pena o congoja que afecta el ánimo”. La definición de la IASP (Asociación Internacional para el Estudio del Dolor), la más aceptada en la actualidad, establece que el dolor es "una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a una lesión real o potencial o descrita en los términos de dicha lesión". FISIOPATOLOGÍA El dolor se produce cuando llegan a distintas áreas corticales del SNC un número de estímulos suficientes para producir esta sensación, a través de un sistema aferente normalmente inactivo, que desencadena no sólo una respuesta refleja o una sensación desagradable, sino una respuesta emocional que consta de varios componentes: • Componente sensorial-discriminativo: lo que distingue tanto su localización, calidad, intensidad y características temporo-espaciales. • Componente cognitivo-evaluativo: analiza e interpreta el dolor en función del sentimiento actual y lo que puede ocurrir. • Componente afectivo-emocional: la asociación del dolor con otras sensaciones como la ansiedad, depresión, temor, angustia, etc., las cuales guardan relación con experiencias previas, personalidad del individuo y factores socio-culturales. CLASIFICACIÓN Según su fisiopatología: • Dolor nociceptivo: ocurre por la estimulación de receptores provocada por una lesión o inflamación de los tejidos. Según el tipo de neuronas activadas, el dolor nociceptivo puede dividirse, a su vez, en: • Somático superficial, si se activan receptores nociceptivos de la piel o mucosas, y somático profundo, si se activan los receptores nociceptivos óseos, articulares, musculares o del tejido conectivo. Este dolor se transmite a través de fibras mielinizadas, suele ser bien localizado y es descrito como opresivo, quemante, punzante o pulsátil. • Visceral: ocurre por la estimulación de receptores de órganos internos y se transmite a través de fibras no mielinizadas; suele ser mal localizado, difuso, sordo, espasmódico u opresivo. • Dolor neuropático: este tipo de dolor es el que se produce por afectación directa del sistema nervioso central y/o periférico. Puede deberse a compresión, sección, infiltración, isquemia o lesión metabólica que afecte directamente a los nervios, y suele describirse como parestesias, hormigueo, ardor, punzadas, calambres, alodinia o hiperalgesia. • Dolor mixto: en este tipo coexisten los dos mecanismos fisiopatológicos previos y comparte sintomatología de ambos, tanto nociceptivo como neuropático. Según la duración: • Dolor agudo: se trata de una respuesta normal fisiológica del organismo frente a un estímulo químico, físico o traumático, que suele persistir mientras dura el proceso de curación de los tejidos. Puede durar de 3 a 6 meses y suele ceder espontáneamente, cuando se resuelve la causa desencadenante. En ocasiones se acompaña de hiperreactividad del sistema nervioso autónomo, y se asocia con ansiedad y signos autonómicos como taquicardia, hipertensión, taquipnea, vómitos, sudoración, palidez, etc. • Dolor crónico: es aquel que dura más de 6 meses, incluso más allá del tiempo de reparación tisular, perpetuándose por factores distintos de la causa original; se puede asociar a cambios de la personalidad y depresión y casi siempre requiere de un tratamiento multidisciplinar, ya que no responde a tratamientos habituales. Según el curso: • Dolor continuo o basal: si persiste a lo largo del día y no desaparece. • Dolor intermitente: si aparece de forma episódica. • Dolor irruptivo: cuando ocurre un aumento temporal de la intensidad del dolor sin causa aparente, sobre un dolor controlado. Suele ser de aparición súbita, intensa y de corta duración. • Dolor incidental: si tiene una causa identificable y prevenible, que puede ser inducida por movimientos o determinadas acciones como caminar, toser o la micción. • Dolor final de dosis: es aquel que suele aparece antes de administrar la dosis del medicamento analgésico, y que puede deberse a una infradosificación, desajuste de la dosis, intolerancia al fármaco o una mala administración. Se puede resolver aumentando la dosis o disminuyendo el intervalo entre las mismas. Según su intensidad: La clasificación del dolor en base a su intensidad se consigue mediante el uso de escalas de valoración del dolor, validadas según la edad. Es posible clasificarlo en: leve, moderado o intenso. Filiar en este sentido el cuadro doloroso permite seleccionar los fármacos y la vía de administración más adecuados para su control. Por ejemplo, para el dolor leve se preferirá la vía oral y el uso de analgésicos no opioides mientras que para el severo será preferible la vía parenteral y el uso de opioides mayores.

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