REVISIÓN 28 Acné: causas y tratamiento otras alteraciones, como cambios en la microbiota cutánea, alteraciones de la inmunidad innata e infestación o sobrecrecimiento de flora saprófita. Se debe tener presente que la actividad de la glándula sebácea está regulada por la actividad de los andrógenos (Gutiérrez, 2013) de origen suprarrenal (androstenediona y androstenediol) y gonadal (testosterona, androstenediol y dehidroepiandrosterona). Se han relacionado otros factores con la presencia de acné entre los que se encuentran: determinados hábitos alimenticios (chocolate, aumento de hidratos de carbono, leche), estrés emocional, ciclo premenstrual, realización de actividades en ambientes húmedos, etc. Actualmente no existen suficientes estudios con evidencia científica para relacionar dichos factores con la aparición o el empeoramiento del acné (Le Moigne et al., 2017). Al tratarse el acné de una enfermedad del folículo pilosebáceo, la distribución de las lesiones será predominante en aquellas áreas donde la concentración de folículos pilosebáceos sea mayor. Las lesiones por acné se localizan en el 99% de los pacientes en la región facial, pudiendo asociarse hasta en el 60% de los pacientes afectación en la espalda, así como en menor medida tener una presentación en la zona pectoral (15%). La aparición de las lesiones en la mayoría de los pacientes es gradual, afectando mayoritariamente en la etapa de la pubertad. Si el inicio de las lesiones es brusco se deben descartar causas subyacentes. A su vez, en las mujeres con acné de inicio rápido, grave, asociado a hirsutismo o a irregularidades menstruales, debe descartarse la existencia de patología endocrinológica, como hiperandrogenismo (Azaña et al., 2021). La hiperseborrea es la primera manifestación del acné y puede preceder hasta varios años a la aparición propiamente dicha del acné. Se caracteriza por un aspecto brillante de la piel sin sudoración que predomina en la zona centrofacial (frente, punta de la nariz, mejillas y mentón). En algunos casos, solamente se observa un aspecto de poros dilatados, en particular en la región nasal o la parte superior de los pómulos (Le Moigne et al., 2017). El microcomedón se considera la primera lesión del acné, lesión histológica y clínicamente invisible, que dará lugar a las posteriores lesiones clínicas. Entre las lesiones no inflamatorias encontramos el comedón, también llamado punto negro o comedón abierto, que es un tapón córneo de 1-3 mm de diámetro constituido por sebo y queratina que obstruyen el orificio infundibular, y el microquiste, también denominado punto blanco o comedón cerrado, que se observa como una pápula blanquecina de 2-3 mm de diámetro, debida a la acumulación de sebo y queratina en un infundíbulo cerrado (Figura 1). Estas lesiones pueden evolucionar a lesiones inflamatorias superficiales (pápulas y pústulas) o profundas (nódulos). Las pápulas se describen como lesiones que cursan con inflamación y eritema, cerradas y a veces dolorosas, que evolucionan hacia la reabsorción espontánea o hacia una pústula. La pústula es una pápula con contenido purulento. Por último, los nódulos constituyen una lesión inflamatoria profunda, de tamaño superior a 5 mm que con frecuencia evolucionan hacia una cicatriz (Tibaduiza, 2022). Las lesiones residuales que pueden producirse son la hiperpigmentación posinflamatoria (más frecuente en fototipos elevados) y las cicatrices (atróficas, hipertróficas o queloides). También se puede observar en algunos pacientes erosiones y cicatrices secundarias a las excoriaciones (Tibaduiza, 2022). TIPOS DE ACNÉ El acné es una enfermedad polimorfa, ya que existen diferentes formas de presentación clínica, cada una de ellas caracterizada por aspectos clínicos y evolución diferente, lo que va a conllevar un tratamiento distinto, así como un pronóstico diferente. Existen diferentes clasificaciones de esta patología: según factores como la edad de presentación, las lesiones predominantes o el grado de severidad (Tabla 1). A continuación, se describen dos formas especiales de acné –acné conglobata y acné fulminante– que presentan características clínicas propias, así como posibilidad de compromiso sistémico, formando en ocasiones parte de síndromes complejos o de trastornos genéticos. ACNÉ CONGLOBATA Es una forma inusual de acné que se caracteriza por una afectación inflamatoria, crónica y severa. Junto con la hidrosadenitis supurativa, la celulitis disecante del cuero cabelludo (o perifoliculitis capitis abscedens et suffodiens) y el sinus pilonidal, constituye el síndrome de oclusión folicular (Figura 2). Existe mayor prevalencia en varoFigura 1. Izquierda: comedón cerrado. Derecha: comedón abierto. Tomada de (Barriga, 2014).
RkJQdWJsaXNoZXIy MTEwMTU=