PLANTAS MEDICINALES 141 Potencial terapéutico de Curcuma longa y su principal componente activo, curcumina inflamatorias asociadas al asma por su capacidad de estimular Nrf2/HO-1 y regular la formación de TNF-α, (IL-1β) e IL-6. Los análogos de la curcumina recientemente sintetizados reducen el TNF-α, la síntesis de NO y los niveles de mRNA de IL-1β, TNF-κ, IL-6, IL-12, COX-2 e iNOS. Tanto la in amación aguda como crónica son un importante factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas y metabólicas, así como de algunos tipos de cáncer, por lo que curcumina tiene potencial terapéutico en el tratamiento de aquellas enfermedades que cursan con un componente inflamatorio, como se detalla a continuación. ANTIOXIDANTE La actividad antioxidante de la curcumina se ha comprobado a través de la capacidad de eliminación de Especies Reactivas de Oxígeno (ERO), como el peróxido de hidrógeno o el radical superóxido, además de otros radicales libres, entre ellos de nitrógeno. Así mismo, se ha comprobado que aumenta la actividad de enzimas antioxidantes como catalasa (CAT), superoxido dismutasa (SOD), glutatión peroxidasa (GPx) y hemooxigenasa (HO). Este efecto antioxidante se debe a la presencia de los grupos hidroxilo y metoxi y la forma ceto-enol de la molécula, habiendo demostrado diversos estudios que su capacidad antioxidante depende de la formación del enol. Ciertos estudios realizados in vitro, con células endoteliales de aorta bovina, han puesto de manifiesto el efecto de la curcumina sobre la hemo-oxigenasa-1 endotelial (proteína de estrés inducible) lo que da lugar a un aumento de la resistencia celular al estrés oxidativo. La curcumina alarga la vida del nematodo Caenorhabditis elegans al reducir las ERO intracelulares y los niveles de lipofuscina durante el envejecimiento. Esta capacidad antioxidante se asocia con su actividad neuroprotectora, habiéndose demostrado que ejerce esta actividad a través de la vía Akt/ Nrf2 (Factor Nuclear eritroide 2), gracias a la supresión del estrés oxidativo. Asimismo, se ha comprobado su capacidad de disminuir el estrés del retículo endoplásmico (RE) asociado a las especies reactivas de oxígeno (ROS) (relacionado con el daño neuronal) a través de la regulación de la actividad de AMPK, lo que contribuiría significativamente a su efecto neuroprotector. La actividad antioxidante, quelante y antirradicales libres de la curcumina presentan también interés en procesos de intoxicación de órganos (principalmente el hígado) por metales pesados u otras toxinas, reduciendo la peroxidación lipídica y el daño hepático. Los estudios se han realizado en modelos animales y en líneas celulares. ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES Como se ha comentado anteriormente, la inflamación desempeña un papel importante en el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares (ECV). Se ha probado que la curcumina tiene un efecto antiinflamatorio con repercusión en enfermedades cardiovasculares a través de varios mecanismos, entre los que podemos citar el aumento de la expresión de la enzima hemooxigenasa-1 (HO-1) y su capacidad de activar el elemento de respuesta antioxidante dependiente de Nrf2, la supresión de TNF-α en células musculares lisas vasculares y aórticas y el aumento de la expresión de la proteína p21 a través también de la actividad de HO-1. Adicionalmente, la curcumina activa la vía de señalización JAK2/STAT3, y da lugar en animales de experimentación a una disminución de la isquemia. También en animales de experimentación (ratas con cardiopatía hipertensiva) se ha comprobado que la administración de curcumina (50 mg/kg) previene la insuficiencia coronaria. Finalmente, un estudio llevado a cabo en individuos con enfermedad coronaria sobre la eficacia de la molécula en los factores de riesgo cardiovascular ha permitido concluir que los niveles séricos de triglicéridos y de colesterol LDL y VLDL disminuyen considerablemente en el grupo de individuos suplementados con curcumina. Además, un nuevo preparado estandarizado de curcuminoides (NCB-02) ha demostrado poseer en ensayos clínicos un efecto beneficioso sobre la disfunción endotelial, efecto atribuido a sus mecanismos antioxidantes y antiinflamatorios. SÍNDROME METABÓLICO Y DIABETES El síndrome metabólico (SM) es un trastorno frecuente y complejo que incluye obesidad, dislipidemia, niveles elevados de glucosa en sangre, hipertensión y resistencia a la insulina, estimándose que afecta aproximadamente al 20% de la población mundial. Por su parte, la diabetes mellitus se define como una enfermedad metabólica relacionada con la hiperglucemia que resulta de la resistencia a la insulina o de problemas con la acción o la secreción de la misma; puede afectar al hígado, el corazón, el cerebro y los riñones. Se ha determinado que la infamación es una causa importante del desarrollo de la diabetes de tipo II y que diversas citocinas inflamatorias, factores de transcripción y otras enzimas desempeñan un papel importante en el inicio y la progresión de la enfermedad. Se ha demostrado que la curcumina disminuye la angiogénesis y la adipogénesis mediante la supresión de la expresión del receptor activado por proliferadores peroxisomales (PPAR) y la proteína alfa de unión al potenciador de CCAAT, así como mediante la reducción de los niveles de colesterol. Estudios experimentales han evidenciado que la curcumina regula positivamente la expresión génica del transportador de glucosa pancreática 2, 3 y 4 (GLUT2, GLUT3 y GLUT4), estimulando así la secreción de insulina. Además, disminuye e incluso suprime la respuesta inflamatoria derivada de la hiperglucemia y aumenta la activación del complejo
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