127 Vacunas del viajero VACUNAS gitis o mielitis, ocasionando parálisis. El 10-15% de los pacientes afectados requiere ingreso en cuidados intensivos y un 5% puede necesitar respiración asistida. Entre los que presentan problemas serios del sistema nervioso, hasta la mitad pueden padecer secuelas permanentes y hasta el 2% fallecer. La gravedad depende de la edad, siendo mayor en adultos, en los que hasta la mitad llega a desarrollar encefalitis. No existe tratamiento antiviral específico contra el virus. La vacuna se recomienda para personas residentes en áreas endémicas, trabajadores de alto riesgo y viajeros a zonas forestales o rurales del centro y noreste de Europa. Se recomienda iniciar la vacunación 2 meses antes del viaje, para que la segunda dosis se administre, al menos, 2 semanas antes de la posible exposición. La pauta de vacunación consiste en tres dosis vía intramuscular separadas entre 1 y 3 meses las dos primeras y entre 5 y 12 meses la segunda de la tercera. Si el riesgo persiste, se administrarán dosis de recuerdo cada 3-5 años, sobre todo en mayores de 50 años. Los CIV disponen de dos tipos de vacunas, ambas inactivadas: Encepur®: con una presentación, Encepur® Kinder, de 0,25 ml, que se puede administrar a niños de entre uno y doce años de edad, y Encepur® para el resto de niños y adultos. Existe una pauta acelerada cuando ya no hay tiempo que consiste en administrar dosis a los 0, 7 y 21 días. TicoVac® o FSME-IMMUN®: con dos nombres diferentes en función del país, y que también tiene presentación pediátrica, de 1 a 15 años, y de adultos para personas de 16 o más años. La pauta acelerada es de 0-14 días las dos primeras dosis y la tercera a los 5-12 meses. Las reacciones adversas, similares para las dos vacunas, son las habituales para cualquier vacuna (dolor en el lugar de inyección, dolor de cabeza, cansancio, dolores musculares), aunque en raras ocasiones puede aparecer fiebre de corta duración, vómitos o manchas en la piel de forma transitoria. Fiebre amarilla La fiebre amarilla es una enfermedad hemorrágica grave producida por un arbovirus del género Flavivirus que se transmite por la picadura de mosquitos Aedes y Haemogogus infectados. Según el último informe de 2019 de la OMS sobre la situación de la fiebre amarilla en el mundo, hay 42 países, 29 de África y 13 de América Central y Sudamérica, en los que la enfermedad es endémica en todo el país o en algunas regiones. La mayoría de las personas contagiadas serán asintomáticas o casi asintomáticas, pero puede aparecer fiebre, mialgia, cefalea, astenia, vómitos, ictericia, dolor abdominal, hemorragias y fallo renal y hepático. La mitad de los casos graves fallecen en 7-10 días. La vacuna está indicada para personas que van a viajar a zonas endémicas o cuando lo exija el Reglamento Sanitario Internacional y se administra en los CVI. Cuando el usuario reciba la vacuna en el CVI, le expedirán el Certificado Internacional de Vacunación frente a la fiebre amarilla. La vacuna debe administrarse al menos 10 días antes del viaje. Si la vacunación contra la fiebre amarilla está contraindicada por razones médicas, es necesario llevar consigo una certificación médica de exención, expedida en los CVI. La vacuna contra la fiebre amarilla se llama Stamaril®. Es una vacuna de virus vivos atenuados, cultivada en embriones de pollo. Está contraindicado su uso en caso de alergia grave a algunos de los componentes de la vacuna, inmunodepresión grave (por ser vacuna atenuada), trastornos del timo y menores de 9 meses, con excepción de las épocas epidémicas, durante las cuales se vacuna a los bebés de 6 a 9 meses en zonas de alto riesgo de infección. Hay que valorar el riesgo individual en los mayores de 60 años, en las embarazadas o aquellas madres que están dando lactancia materna. En caso de que sea necesaria la vacunación, se recomienda interrumpir la lactancia durante al menos 2 semanas después. Se administra una única dosis por vía subcutánea (preferible) o intramuscular, habitualmente en el hombro (músculo deltoides) o muslo, según la edad. Sin embargo, la revacunación con una dosis de 0,5 ml puede ser necesaria en individuos que tenían una respuesta inmune insuficiente después de la vacunación primaria si continúan teniendo riesgo de infección o por exigencia de las autoridades sanitarias locales. Las reacciones adversas en general son poco frecuentes y banales, y ocurren en los 10-12 días tras la vacunación (más frecuentes entre los días tercero y séptimo). Pueden aparecer reacciones leves como febrícula, dolor muscular y de cabeza. Si la fiebre persiste más de 2 días o presenta otros síntomas es importante que el paciente consulte con el médico. Las reacciones graves, como hipersensibilidad y reacciones anafilácticas, encefalitis postvacunal y enfermedad viscerotrópica, son muy excepcionales, pero están bien descritas (véase esta misma sección en el número 414 de Panorama Actual del Medicamento). Rabia Se trata de una enfermedad producida por un rabdovirus, que se transmite al hombre por mordeduras o arañazos de animales infectados a través de la saliva de estos a mucosas o piel dañada. En el 99% de los casos de rabia en humanos el animal transmisor ha sido el perro. No se ha documentado transmisión de persona a persona. Aunque es una enfermedad de distribución mundial, es un importante problema de Salud Pública en algunos países de Asia y América. El periodo de incubación en la mayoría de los casos se encuentra entre 20 y 90 días. La infección produce, en primer lugar, afectación del sistema nervioso central para a continuación
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