505 MEDICAMENTOS EN ESPAÑA notablemente superior, con tasas de respuesta de IGA 0/1 del 39% (vs. 26% con placebo) y de EASI-75 del 56% (vs. 36%); la incorporación del fármaco permitió reducir a la mitad el uso de corticoides tópicos. Esa mejor respuesta se registró en paralelo a mejorías del grado de picor (mejora de ≥ 4 puntos en la escala NRS en el 45% de los pacientes vs. 34% con placebo) y de la calidad de vida asociadas a la DA (reducción media de 12 puntos respecto al estado basal vs. -9 puntos con placebo). La continuación durante 16 semanas más del tratamiento combinado permitió que aproximadamente 9 de cada 10 pacientes mantuvieran la respuesta terapéutica. Los tres estudios pusieron de manifiesto que, entre los pacientes que no tenían respuesta inicial, un posterior tratamiento abierto y continuado con el fármaco permitió alcanzar un nivel de respuesta y beneficio terapéutico similar e incluso superior a los comentados. Tanto en monoterapia como asociado a corticoides tópicos, la eficacia de tralokinumab, consistente en los distintos subgrupos de pacientes, es rápida: comienza a ser visible desde la primera o segunda semana de tratamiento. Asimismo, los datos sugieren que la pauta mensual puede ser probablemente menos eficaz que el tratamiento con tralokinumab cada 2 semanas (régimen preferente). Por otra parte, tralokinumab presenta un perfil toxicológico bien definido y relativamente benigno a medio plazo, que parece clínicamente manejable. Con una incidencia de eventos adversos relacionados con el fármaco (14%) similar a placebo, la mayoría de estos son autolimitados y leves-moderados, lo cual determina una baja tasa de abandono del tratamiento por motivos de seguridad (en torno al 2%). En la línea de la tolerabilidad de otras proteínas terapéuticas usadas en patologías con componente inflamatorio, con el tratamiento con tralokinumab destacan por su frecuencia reacciones adversas como infecciones del tracto respiratorio superior (23%; mayoritariamente víricas, como resfriado común), reacciones en el punto de inyección (7%; como dolor y enrojecimiento) o conjuntivitis. El riesgo de desarrollo de reacciones alérgicas y de inmunogenicidad parece bajo y sin relevancia clínica, aunque los datos disponibles del uso por periodos de más de 1 año son aún muy limitados. No parece que el nuevo fármaco incorpore un grado reseñable de novedad mecanística respecto al ya comercializado dupilumab (monoclonal dirigido a la subunidad α del receptor de IL-4): mientras este último inhibe tanto las vías de la inflamación tipo 1, mediadas por la formación del dímero IL-4Rα/ γc, como las de tipo 2, mediada por el dímero IL-4Rα/IL-13Rα, tralokinumab solo atenúa la inflamación tipo 2, mayoritaria en patologías como la DA. No se dispone de comparaciones directas entre ambos fármacos6, ni tampoco entre tralokinumab y otros tratamientos sistémicos dirigidos, como baricitinib o upadacitinib. Sin embargo, las comparaciones indirectas –de escasa robustez inherente– sugerirían que tralokinumab no es superior a los anteriores (Silverberg et al., 2021b). En resumen, los resultados comentados confirman el beneficio clínico de tralokinumab sobre el aclaramiento de la piel, el prurito y la calidad de vida asociados a la DA, tanto en monoterapia como en su uso combinado con corticoides tópicos (que cuando se consideren apropiados pueden aportar una mejoría adicional). A falta de conocer las consideraciones del IPT, todo apunta a que tralokinumab, que también está siendo investigado en asma, se posicionará como una alternativa a dupilumab en el tratamiento sistémico biológico de novo tras fracaso del tratamiento tópico en casos moderados-graves de DA, de especial interés en pacientes con respuesta inadecuada o intolerancia a ciclosporina (considerado hasta ahora de elección para el inicio de terapia sistémica en la mayoría de guías clínicas, por la amplia experiencia de uso). Hasta que se disponga de resultados comparativos, dupilumab, que ya ha demostrado una notable efectividad en vida real, será probablemente la primera opción en ese contexto terapéutico. Se requieren futuros estudios a largo plazo que esclarezcan el balance beneficio-riesgo de tralokinumab con el uso prolongado que previsiblemente requerirá una enfermedad de curso crónico-recurrente como la DA. 6 La EMA aceptó el uso de placebo como comparador porque en el momento de iniciarse los estudios pivotales con tralokinumab no se habían autorizado ni dupilumab ni baricitinib ni upadacitinib para su uso en dermatitis atópica. Tralokinumab en dermatitis atópica
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