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APUNTES HISTÓRICOS 561 La farmacia del globo lada en las afueras de París. En 1792, el capitán italiano Vicente Lunardi realizó una ascensión en los jardines del Buen Retiro4. Por fin, Alfonso XII creó el servicio militar de aerostación desarrollado a partir de 1896, tras su fallecimiento, por el comandante Pedro Vives5. En el momento de la apertura, la aeronáutica y los globos Montgolfier estaban muy de moda en la capital. En la actualidad también resulta una imagen agradable (Figura 2). Por eso no solo lo instaló en la fachada del establecimiento, sino que lo convirtió en su imagen de marca. Al primer propietario debe corresponder el sobre en donde se plasman todas sus intenciones. Según el mismo, está montada a la altura de las primeras de Europa, abierta toda la noche. Precios de la militar. Es decir, era ya una farmacia de veinticuatro horas, antes de establecerse por obligación los horarios laborales, y de bajo precio. Desde hacía bastante tiempo los boticarios civiles y los militares andaban en pleitos. Los primeros achacaban a los segundos no los pequeños importes ofertados a sus clientes militares, sino que los hicieran extensivos a cuantos quisieran acudir a sus establecimientos, pertenecientes a los ejércitos o civiles, con olvido de la obligación de atender exclusivamente a los primeros, estándoles vedado el hacerlo al resto de los ciudadanos. El dueño de la farmacia El Globo creyó mejor competir con los militares en el mismo terreno y, al menos en su propaganda, proclamaba idénticos precios. Aseguraba poseer un procedimiento especial único y primero en España para hacer imposibles los cambios de recetas y la equivocación de medicamentos. No sé cuál sería, pero la intriga es grande. Vemos a los boticarios de antes y de ahora, ahogados en asuntos burocráticos; en este caso, si las equivocaciones eran frecuentes, de mucha trascendencia no solo económica, también sanitaria, pues eran los fabricantes de la mayoría de los fármacos. información, aunque casi siempre útiles, son muy incompletas. Acaso la confunden con la también reputada farmacia El Globo de Sevilla… no sé bien. La madrileña la abrió Francisco Salazar Quintana, natural de Santa Gadea del Cid (Burgos), quien había cursado sus estudios en la Universidad Central. Los acabó con veintiún años, el 7 de marzo de 1878. La visita inicial se realizó en diciembre de 1895 y la ejecutaron el Subdelegado de Farmacia del Distrito de Hospital, Ramón Villazón; el Subdelegado de Medicina del mismo distrito, Adolfo Cejudo; y el de Veterinaria, Domingo Bellón2. Por tanto, parece lógico aceptar esa fecha como la de apertura primera de la oficina de Farmacia, antecedente de la establecida en la actualidad en la plaza de Antón Martín, cuyo plano viene adjunto al expediente (Figura 1). En ese momento colocaron en la fachada un gran farol en forma de globo. La iluminación madrileña, a finales del siglo XIX, compartía el gas y la electricidad. Si emplazaron esa monumental lámpara, a imitación de algunas farmacias inglesas, es de suponer su utilidad y, por tanto, la alimentación del mismo mediante el gas. Más tarde fue sustituido por un globo Montgolfier, todavía superviviente en la fachada actual, convertido en marca distintiva de la casa. Los vuelos en Montgolfier, fueron muy populares en el Madrid y Aranjuez de los siglos XVIII y XIX. En 1783, Agustín de Betancourt3, el ingeniero que acabó al servicio del Zar de Rusia, elevó un globo aerostático en la Casa de Campo del Infante Gabriel, ante toda la corte. En 1784, se efectuó un vuelo en Aranjuez, un año después de hacerse la primera ascensión tripuFigura 1. Figura 2. 2 A.V.M.S.S. 10-89-35. Esta documentación corresponde a un trabajo que obtuvo el Premio Rafael Folch Andreu de investigación histórica, concedido por la Real Academia de Farmacia en 1981. Se conserva en la biblioteca de la mencionada Real Academia y un resumen del mismo fue publicado en: Puerto Sarmiento FJ. Farmacias y farmacéuticos madrileños durante el siglo XIX. Anales de la Real Academia de Farmacia. 1981; 2: 247 60. 4 Biblioteca Digital memoria de Madrid. Disponible en: http://memirademadrid. Blogspot.com. 5 Oller J. Pedro Vives Vich. Madrid: Aena. 2011. 3 González Tascón I. Betancourt y Molina, Agustín de. Puerto de la Cruz (Santa Cruz de Tenerife), 1.II.1758-San Petesburgo (Rusia), 14.VII.1824. Científico, inventor e ingeniero civil al servicio de España y Rusia. En: Real Academia de la Historia. Diccionario Biográfico electrónico (en red, http://dbe.rah.es).

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