FARMACOECONOMÍA 555 sintomatología grave. Tales síntomas fueron resueltos o se redujo su gravedad gracias a las instrucciones de autocontrol y a su seguimiento inmediato. Adicionalmente, mediante la recogida continua de información, se pudo mejorar la calidad de la atención prestada al paciente. Comentario El artículo revisado supone un paso más para disminuir la incertidumbre que existe sobre la viabilidad y aceptación del empleo de herramientas de salud digital para la recogida de PROs en pacientes oncológicos, y demuestra una gran proactividad de los propios pacientes en el autodiagnóstico y en el manejo de sus síntomas, brindando una oportunidad de mejora de su asistencia. Sin embargo, todavía existen muchas barreras para su utilización. La pandemia de COVID-19 ha impuesto la necesidad de implantar estos sistemas, con una demanda elevada tanto por los pacientes como por el personal sanitario. Aunque bien es cierto que, en ocasiones, los pacientes no tienen los conocimientos necesarios del manejo de la tecnología y complica el uso de estas aplicaciones. Por último, es importante destacar que estas herramientas son un elemento complementario de la atención sanitaria que, en ningún caso, deberían sustituir al cuidado y asistencia brindada de forma presencial e interactiva por los profesionales sanitarios. De esta forma, podrían considerarse como un soporte adicional para mejorar la calidad de los servicios prestados a los pacientes y para garantizar la sostenibilidad y la eficiencia de los sistemas sanitarios, liberando recursos no planificados. Wujcik D, Dudley WN, Dudley M, Gupta V, Brant J. Electronic Patient Symptom Management Program to Support Patients Receiving Cancer Treatment at Home During the COVID-19 Pandemic. Value Health. 2022: S1098-3015(22)00100-0. DOI: 10.1016/j.jval.2022.01.023. QUÉ SE ENTIENDE POR INNOVACIÓN EN EL ÁMBITO DE LA EVALUACIÓN DE LAS TECNOLOGÍAS SANITARIAS. NECESIDAD DE ESTABLECER UN CRITERIO La inversión en investigación y desarrollo (I+D) por parte de la industria de medicamentos y tecnologías sanitarias es cada vez mayor. Por este motivo, y debido a su importancia sanitaria, económica y social, muchos países han creado agencias de Evaluación de las Tecnologías Sanitarias (ETS) para informar y ayudar a la toma de decisiones en el ámbito del cuidado de la salud y para mejorar la asignación de fondos públicos para las intervenciones y tecnologías sanitarias, evaluando y recompensando su innovación. El concepto de innovación en salud ha sido ampliamente descrito y discutido en la literatura. Sin embargo, pocas veces se ha revisado, en el marco de la actuación de las agencias de ETS, cómo los distintos países definen este concepto, cómo se mide y cómo se incorpora en sus guías metodológicas y en sus evaluaciones. La mayoría de las agencias de ETS examinan las características de la innovación desde la perspectiva de los pacientes, en función del beneficio terapéutico que aportan, las necesidades no cubiertas que pueden satisfacer, la seguridad aportada, el modo de administración y su impacto en el presupuesto actual; lo que se conoce como una “perspectiva estática”. Sin embargo, aunque con menos frecuencia, algunos sistemas de ETS adoptan una perspectiva más dinámica en la que contemplan, además, la aportación futura de la I+D de la nueva alternativa. El estudio de Rejon-Parrilla y colaboradores, con el objetivo de establecer una definición amplia de innovación y un proceso para su adaptación en las agencias de ETS, ha evaluado el concepto y los criterios empleados: a) para medir la innovación en agencias nacionales de ETS de varios países (Francia, Italia, Inglaterra, España y Japón); y b) para estudiar cómo se considera este concepto en el proceso de evaluación y fijación de precio y reembolso (P&R). Además, se analizó el caso concreto de España para discutir cómo se debería fortalecer el grado de innovación en las decisiones de las agencias de ETS. Tanto Francia como Inglaterra son sistemas centralizados que emplean altos estándares de transparencia y que integran el concepto de innovación de manera diferente. En el caso de Inglaterra se entiende como una característica independiente, mientras que en Francia este concepto se encuentra relacionado con otros criterios. Por otro lado, Japón presenta un sistema de ETS centralizado en el que se premia la innovación mediante la aplicación de un precio superior al precio del comparador. Italia, por su parte, posee un sistema más fragmentado a pesar de tener una agencia nacional, y al igual que Japón, premia la innovación con un precio superior al precio del comparador. Por último, España es el país con una mayor descentralización, con varias agencias de ETS regionales, además de las nacionales, pero con competencias paralelas, que incluye el grado de innovación entre los criterios para la inclusión de medicamentos y productos sanitaros en la financiación del Sistema Nacional de Salud. Tras la búsqueda bibliográfica, se obtuvieron un total de 543 artículos que, tras revisar título y abstract, se redujeron a 73. Finalmente, para la realización del estudio se excluyeron 15 y se emplearon un total de 58 referencias. El término de innovación se clasificó mediante el empleo de 8 dimensiones (Tabla 1). Los países analizados se dividieron en dos grandes grupos en función de su propia definición de innovación. Francia, Japón e Italia son países que emplean términos como la gravedad, la necesidad no satisfecha y el valor terapéutico adicional como indicadores del grado de innovación de una tecnología sanitaria, mientras que El empleo de la tecnología para la obtención de medidas de salud percibidas por los pacientes con cáncer en la pandemia del COVID-19
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