Farmacéuticos 42 HABLAMOS CON... oportunidades a todos los farmacéuticos, independientemente de su ámbito de actuación profesional. Las farmacias disponen de procedimientos automatizados para la preparación de sistemas personalizados de dosificación (SPD) que incorporan tecnología de inteligencia artificial. Estos sistemas tienen la capacidad de reacondicionar y etiquetar medicamentos de manera precisa, lo que resulta en una mejora significativa en la eficiencia y una reducción de errores en los procesos asociados a la dispensación. ¿Cómo puede la IA mejorar la seguridad del paciente y los resultados en salud? La integración de tecnologías de IA en la práctica farmacéutica puede ayudar al farmacéutico a detectar y prevenir errores en la medicación, como dosificaciones incorrectas o posibles interacciones medicamentosas, minimizando así las reacciones adversas a los medicamentos y los ingresos hospitalarios. También puede tener su aplicación la creación de recordatorios y notificaciones individualizadas para promover la adherencia terapéutica, aunque esto ya es posible sin esta nueva tecnología en algunos países. Concretamente en España, los farmacéuticos disponen de una base de datos del medicamento, Bot PLUS, que, además de ofrecer de forma integrada toda la información de ayuda al profesional farmacéutico para su práctica diaria y mejorar su capacidad asistencial con multitud de herramientas informatizadas (detección de interacciones, reacciones adversas, perfil farmacogenético, etc.), también es la base de aplicaciones para pacientes, bien con información directamente enfocada a la población sobre sus medicamentos, y de forma accesible (Medicamento Accesible Plus) aprovechando la tecnología para ofrecer información sobre medicamentos a personas invidentes, por ejemplo, o aplicaciones como Mi Farmacia Asistencial, que muestran el historial farmacoterapéutico del paciente incluyendo un sistema de recordatorios, por ejemplo, para las tomas, tras la intervención del farmacéutico. ¿Puede la inteligencia artificial ser una herramienta para gestionar la escasez de medicamentos? Nos estamos enfrentando a un problema generalizado de escasez de medicamentos. Abordar estas carencias y garantizar un suministro continuo demanda una parte significativa del tiempo de los farmacéuticos. La IA puede mejorar los sistemas de información que trabajan para mejorar la escasez de medicamentos. En España, los farmacéuticos disponen del sistema de información “Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (CisMED)”, que permite ofrecer datos en tiempo real sobre incidencias de suministro de medicamentos a nivel de farmacia comunitaria. CisMED aplica un proceso analítico para determinar qué constituye un problema de abastecimiento y permite al sistema, basándose en algoritmos de aprendizaje automático, detectar la incidencia antes de que se produzca. Este sistema se ha mejorado a través de la incorporación de la IA al mismo, lo que permite mejorar la precisión en las predicciones de posibles faltas de suministro y mejorar así la capacidad de adaptación a las tensiones del mercado. ¿Qué riesgos puede tener un mal uso de la IA en los pacientes? Si bien la inteligencia artificial puede servir para conceder más tiempo a los profesionales de la salud para centrarse en la atención sanitaria de los pacientes, los conjuntos de datos utilizados por herramientas de IA (como las utilizadas para el diagnóstico de enfermedades o para elegir el medicamento adecuado) tienen que ser representativos de toda la sociedad, sin sesgos en términos de sexo, raza, etnia, estatus socioeconómico, edad, capacidad o geografía. Esta necesidad de representación no es solo un problema de ciencia de datos, sino también un problema ético y con posible impacto en la salud de los pacientes con diferentes Lars-Åke Söderlund Vicepresidente de la Federación Farmacéutica Internacional (FIP) LA IA PUEDE SER MUY ÚTIL PARA LA INVESTIGACIÓN Y LA PRÁCTICA FARMACÉUTICA, PERO REQUIERE UN MARCO REGULATORIO ADECUADO” La Inteligencia Artificial (IA) es la palabra de moda. Un concepto que está impactando en todos los aspectos de la sociedad. Y la práctica farmacéutica no es una excepción. Hablamos de ello con Lars-Åke Söderlund, vicepresidente de la Federación Farmacéutica Internacional (FIP) y copresidente del Grupo Asesor de Tecnología de la FIP, quien está desarrollando un intenso trabajo desde la organización para analizar los posibles beneficios y desafíos de la IA en el sector farmacéutico. ¿Qué impacto puede tener la inteligencia artificial (IA) en la gestión de medicamentos? La seguridad y la eficacia en la gestión de medicamentos y de las terapias es un área clave en la que la IA puede tener un impacto positivo. Sabemos ya que la IA puede introducirse en sistemas de soporte que ayuden a los farmacéuticos a elegir el medicamento más adecuado y la dosis correcta, mejorar la identificación de interacciones medicamentosas y reacciones adversas a medicamentos (RAM) y reducir la probabilidad de errores en la medicación, complementando la actuación del profesional farmacéutico. Los algoritmos de IA están transformando también el proceso de descubrimiento de medicamentos al analizar grandes conjuntos de datos e identificar de manera más precisa y rápida posibles candidatos a medicamentos. También puede llegar a influir en el tratamiento personalizado, contribuyendo al desarrollo de planes de tratamiento basados en las características genéticas, el estilo de vida y la historia clínica de un paciente individual. ¿Influirá también en el día a día de la farmacia? No podemos predecir el futuro, pero sí creo que la IA puede contribuir a simplificar el flujo de trabajo en la farmacia, ayudar con la gestión de inventarios, reducir la carga administrativa y permitir a los farmacéuticos centrarse todavía más en la atención al paciente. Algoritmos de IA pueden predecir la demanda de medicamentos y optimizar la gestión de inventarios, por ejemplo, ayudando a mantener niveles adecuados de existencias. En la medida en que los farmacéuticos sean capaces de adaptarse a la evolución de la IA, seguirán en la vanguardia, dando forma al futuro de la práctica farmacéutica y desempeñando un papel vital en la atención al paciente en su entorno. Por tanto, la inteligencia artificial no es una amenaza sino que brindará nuevas En la medida en que los farmacéuticos sean capaces de adaptarse a la evolución de la IA, seguirán en la vanguardia, dando forma al futuro de la práctica farmacéutica y desempeñando un papel vital en la atención al paciente en su entorno”
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