EDITORIAL H ace tan sólo unas semanas celebramos la gran gala anual de la Farmacia para entregar los Premios Panorama, a las innovaciones farmacológicas más importantes del año, y las Medallas de la Profesión Farmacéutica, a farmacéuticos que han destacado por su compromiso con la profesión y el cuidado de la salud de los pacientes. No es casual que hayamos decidido entregar estos dos reconocimientos, a la excelencia científica y al ejemplar compromiso social y profesional, en un mismo acto, recordando que la profesión farmacéutica tiene múltiples facetas y ámbitos de actuación, desde la investigación en la industria farmacéutica, a la óptica, la ortopedia, la distribución, la alimentación, la dermofarmacia, los análisis clínicos, la salud pública, la farmacia hospitalaria y, por supuesto, la farmacia comunitaria. Y desde todos estos ámbitos, la profesión farmacéutica contribuye cada día al cuidado de la salud de los pacientes, desde el rigor y el conocimiento científico, pero también desde el compromiso social y personal con el cuidado de los pacientes y la protección de su salud. Por eso tampoco es casual que el lema del 23 Congreso Nacional Farmacéutico que celebraremos en febrero en la ciudad de Valencia sea Fortaleciendo el sistema sanitario con el farmacéutico, porque estamos convencidos de que la profesión farmacéutica, desde todas sus áreas de trabajo, puede y debe ser uno de los pilares sobre los que se reconstruya y fortalezca el sistema sanitario tras el azote sufrido por la pandemia de covid. Un renovado sistema sanitario que debe reconstruirse en esta legislatura que comienza ahora y que debe ser capaz de enfrentarse a desafíos que ya están aquí como la pandemia de salud mental, de violencia de género y de soledad no deseada que afrontamos; la cronicidad y el reto demográfico; los crecientes problemas de suministro de medicamentos; los efectos de la contaminación; las resistencias antimicrobianas e, incluso, el peligro que genera la desinformación en materia de salud y medicamentos. Son nuevos desafíos que exigen una visión amplia, a largo plazo y más allá de lo clínico, una visión de la sanidad que tenga en cuenta los determinantes sociales de la salud y que se enfoque a la prevención y detección precoz de la enfermedad. Y en esa nueva visión, la farmacia puede y quiere aportar soluciones y eficiencia al SNS, porque es el establecimiento sanitario más próximo al ciudadano, pero también un auténtico radar social capaz de detectar vulnerabilidades, una vía para la cohesión social y territorial e incluso una fuente de ahorro para el sistema sanitario, mejorando la adherencia y reduciendo costes y complicaciones de los tratamientos. Desde ese convencimiento, esperamos que la nueva legislatura que comienza dé representación a la farmacia en la Agencia de Salud Pública para poder beneficiarse del enorme potencial de la farmacia comunitaria como red centinela. Pero también que el urgente fortalecimiento de la red de atención primaria se apoye en la farmacia comunitaria, que puede colaborar con servicios asistenciales cruciales como los que ya están en marcha en algunas autonomías para acercar la medicación a los pacientes a través de la dispensación colaborativa entre farmacia hospitalaria y comunitaria, para programas de seguimiento y adherencia a través de SPD, para cribados de cáncer, programas de deshabituación tabáquica o pruebas de VIH. Contar con la profesión farmacéutica para fortalecer el SNS, va a exigir en esta legislatura también facilitar la actuación del farmacéutico ante las crecientes faltas de suministro, tal y como se ha demostrado ya eficaz en situaciones como la amoxicilina pediátrica. Y para todo ello va a ser necesario contar con una farmacia fuerte y sostenible, porque sólo así, la profesión farmacéutica será capaz, desde su ejemplar compromiso con el paciente, de ayudar a garantizar el futuro de nuestros pueblos y la cohesión social y territorial de nuestro sistema sanitario. La profesión farmacéutica contribuye cada día al cuidado de la salud de los pacientes, desde el rigor y el conocimiento científico, pero también desde el compromiso social y personal con el cuidado de los pacientes y la protección de su salud” Un compromiso ejemplar en lo científico y lo profesional
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