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Farmacéuticos 44 C M Y CM MY CY CMY K ai160552421334_AAFF-210x148,5 Christmas farmaceuticos.pdf 1 16/11/2020 11:56:53 ARTÍCULO CON FIRMA La luz verde también brilla en el Belén E n los últimos meses, yo diría casi que en los últimos años, constantemente tenemos que estar defendiendo y justificando el papel y el valor, que tiene la figura del farmacéutico y lo mucho que aporta a la sociedad. Y la verdad es que por mucho que insistimos y lo repetimos, todavía hay algunos que cuestionan nuestro papel sanitario y ponen a nuestro admirado modelo de farmacia en entredicho. Pero como nos encontramos en Navidad, y la Navidad es una época de alegría y de reconciliación, me he tomado la licen- cia de escribiros estas líneas en las que trato de demostrar el importante papel que tiene el farmacéutico, precisamente en estas fiestas navideñas. Desde niño, siempre he sentido un especial interés y predi- lección por la tradición de montar el Nacimiento, de hecho, me considero un gran aficionado por montar el belén, tra- dición que heredé de mi padre y este a su vez del suyo y así generación tras generación. Siempre he oído hablar de los enormes dispositivos que preparaba mi abuelo para que el agua manase de una gruta que elaboraba con cartón piedra o cómo hacía para que la llama de la hoguera situada dentro del portal, no dejase de lucir en el nacimiento durante todas las navidades. Además, mis padres siempre se ocuparon de que el montaje del belén en mi casa fuese uno de las grandes eventos de la Navidad. Y por lo que parece, se ve que mis hijos, Laura y Mateo, también han heredado ese gen, porque ellos, al igual que la mayoría de los niños, también disfrutan de una manera especial de ese momento. Y fue precisamente el año pasado, mientras preparaba el belén con mi hija, mientras le explicaba qué representaba cada una de las figuras que íbamos poniendo en él, caí en la cuenta de algo que hasta entonces me había pasado desa- percibido, algo en lo que nunca había pensado antes y que despertó en mí una gran curiosidad… Como todos sabéis, en todo nacimiento que se precie, aparte del portal de Belén, siempre se representan los oficios más variopintos que conviven en un pueblo. Así, es fácil encontrar ovejas y su pastor, herreros en sus fraguas, hortelanos, panaderos, lavanderas, telares y sus hilanderas, todo tipo de animales domésticos y personajes de la vida rural. Es verdad, que en la mayoría de los belenes existen figurillas de todo tipo de materiales que representan cómo sería la vida en el pueblo de Belén en aquella época. Sin embargo, no es extraño que nos encontremos con figuras anacróni- cas que difícilmente podrían estar presentes en Belén hace 2.000 años, como pueden ser un cura, o un fraile en borri- quillo o incluso una pareja de la guardia civil, pero que son típicas de los oficios más representativos del medio rural. Sin embargo, a pesar de tratarse de una estampa del mundo de nuestros pueblos, en ninguna representación… habréis visto una farmacia con su farmacéutico. ¿Y cómo puede ser esto posible? ¿Cómo no va a estar presente la farmacia con su farmacéutico en una representación de nuestros pueblos? Como os decía, esto despertó en mi una gran curiosidad y estaba claro que tenía que haber algún tipo de explicación. Como alguno de vosotros sabéis, provengo de una saga fa- miliar que desde hace más de 100 años se dedican al mundo de la farmacia, tengo localizadas cinco generaciones de boticarios, pero no descarto que haya alguna más. Este hecho, junto con la afición por conservar las cosas antiguas de mis antepasados, ha posibilitado que en nuestra casa familiar de Paredes exista una enorme biblioteca en la que ocupa un lugar destacado la temática farmacéutica lleno de farmacopeas, vademécums y apolillados libros de historia de la farmacia. Bueno, pues revisando parte de toda esa documentación, lo que demuestra que mi espíritu científico todavía sigue vivo, he llegado a las siguientes hipótesis y conclusiones que os paso a relatar. Es verdad, que no es fácil encontrar la figura de un far- macéutico en un belén. Pero Sin embargo, yo hoy aquí, os puedo decir, que aunque no lo supiérais el farmacéu- tico está presente en el Belén, está presente y no puede abandonar esa escena del mundo rural. Algo, que desde el Consejo y los Colegios llevamos desde hace años luchando por lograr ese objetivo que no es otro más que el que la far- macia permanezca viva en nuestros pueblos. Pero no nos desviemos del tema… El caso es que, como les decía, el farmacéutico está pre- sente en el Nacimiento y, además lo está por partida no doble sino triple. El boticario de la época viajaba en camello y venía del lejano Oriente. Los que hoy conocemos por los Reyes Magos podrían ser tres farmacéuticos de la época, podrían consi- derarse tres científicos, tres alquimistas cargados de nuevos conocimientos y remedios que mejorasen la salud de las personas de aquellos tiempos. De hecho, la tradición nos cuenta que tres magos vinieron de Oriente a buscar al niño Jesús recién nacido al que ado- raron ofreciéndole oro, incienso y mirra. Y aunque siempre Por José Luis Nájera Presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Palencia nos han contado que esos regalos eran símbolos de la reale- za, la naturaleza divina de Jesús o de su parte terrenal, yo os aseguro que realmente esos tres productos se utilizan desde hace más de 2.000 años con fines terapéuticos. El oro, ya era utilizado como reconstituyente en la antigua China y en Egipto, y años más tarde quedarían patentes sus propiedades antiinflamatorias para el tratamiento de la artri- tis reumatoide. Incluso yo mismo he utilizado partículas de oro para marcar las partículas virales en mis experimentos. El incienso es una planta que ha sido testigo de grandes acontecimientos de la historia. Esta planta es ampliamen- te conocida por su exótico aroma y de igual manera posee propiedades medicinales. Se utiliza especialmente para tratar enfermedades respiratorias ya que tiene propiedades expectorantes y efectos antibacterianos. Y la mirra, también proviene de una planta que crece en el Medio Oriente, y es de gusto generalmente amargo. En lo que se refiere a su acción farmacológica, destaca sobreto- do por sus efectos astringente, carminativo, antimicrobia- nos o anticatarrales y es muy utilizado como tónico y expectorante. Desconocemos si esos remedios los elaborarían aquellos tres Magos de Oriente o los adquirirían en una farmacia de guardia cercana camino de Belén, pero lo que es seguro, es que aquellos regalos que recibió Jesús de Nazaret, tenían una importante aplicación terapéutica. Pero no acaba aquí el asunto. Resulta que los Reyes Magos, esos magníficos farmacéuticos, arribaron en Belén gracias a una estrella. Pues bien, según mis investigaciones, podría ser que el color brillante de este astro fuese verde. Y esa podría ser la razón del por qué las luces que sirven para ubicarnos una farmacia en la oscuridad de la noche o en la opacidad de la niebla son precisamente verdes. Demasiadas casualidades para no creernos esta historia. De todas formas permitidme un último consejo. Desde aquí yo os animo a que montéis los belenes en vuestras casas y cuando os ayuden a montarlo vuestros hijos, sobrinos o nietos, explicadles la relación directa que existe entre esos símbolos que aparecen en el belén y el mundo de la farmacia y que demuestran la importante labor de la figura del farmacéutico. Y así cuando la Navidad se marche y nuestros pueblos y ca- lles se queden más apagados, será entonces cuando surja de nuevo una estrella verde, que nos recuerde que aunque ha- yan pasado las entrañables fiestas y se hayan apagado tantas luces, aún nos quedará la cruz de la farmacia para iluminar las calles de nuestros pueblos. FELIZ NAVIDAD A TODOS

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