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Farmacéuticos 36 Farmacéuticos 37 FARMACOVIGILANCIA Y ALERTAS SANITARIAS Punto farmacológico N.º 143 Este informe aborda una revisión en profundidad sobre las manifestaciones clínicas, la etiología, el tratamiento –farmacológico y no farmacológico–; así como sobre el papel asistencial del farmacéutico con los pacientes de Esclerosis Lateral Amiotrófica ELA. La ELA es una enfermedad neu- rodegenerativa del sistema ner- vioso central que produce una debilidad y paralización muscu- lar progresiva hasta desencade- nar una insuficiencia respirato- ria que provoca la muerte. Tras la demencia y el Párkinson, es la tercera enfermedad neurodegenerativa por incidencia, con hasta 5 casos por cada 100.000 habitantes a nivel mundial, y afecta tanto a mujeres como a hombres –a estos un poco más- de entre 50 y 70 años de edad. Se estima que en el mundo hay medio millón de personas con esta enfermedad. En España, anualmente se detec- tan 1,4 casos por 100.000 habitantes, lo que se traduce en unos 3 nuevos diagnósticos cada día que equivalen a unos 1.000 al año. A pesar de su incidencia tiene una prevalencia baja debido a su elevada mortalidad, pues la esperanza de vida desde su diagnóstico se sitúa en torno a los 5 años. El papel asistencial del farmacéutico El papel del farmacéutico como profesional sanitario tiene un múltiple cometido, que abarca desde colaborar activamente en la detección precoz de la ELA, hasta participar tanto en el proceso terapéutico, como en la atención que requieren pacientes y cuidadores. Estamos ante pacientes crónicos que mayoritariamen- te son tratados en el ámbito ambulatorio, además de con el riluzol –un medicamento de ámbito hospitalario cuyo principal efecto es desacelerar moderadamente el progreso de la enfermedad– con diversos fármacos para manejar los síntomas más molestos. En ese contex- to, la proximidad y accesibilidad del farmacéutico les convierte en un profesional sanitario esencial para los pacientes de ELA. Descarga el punto farmacológico completo ESCLEROSIS LATERAL AMIOTRÓFICA Existen diversos grupos de fármacos que deprimen la inmunidad, producen sedación, deprimen la venti- lación pulmonar y favorecen la aparición de atelec- tasias, o una combinación de estos mecanismos. Por ello, deben ser monitorizados en pacientes que los reciben, habitualmente ancianos, ya que presentan un mayor riesgo de neumonía o neumonitis. Recientemente se ha publicado una revisión sobre los fármacos que incrementan el riesgo de neumonía. En la actual situación de pandemia de COVID-19, la infección provocada por el coronavirus SARS-CoV-2, es absolutamente necesario evitar en lo posible la neumonía/neumonitis y sus factores de riesgo. El uso de varios medicamentos de uso común aumenta el riesgo y las complicaciones de la neumonía. Algunos fármacos pueden aumentar el riesgo de neumonía o neumonitis porque deprimen la inmuni- dad y otros mecanismos de protección (por ejemplo, antipsicóticos, inmunosupresores, algunos analgé- sicos opiáceos, inhibidores de la bomba de proto- nes o IBP), porque producen sedación –que puede aumentar el riesgo de aspiración–, porque deprimen la ventilación pulmonar y favorecen la aparición de atelectasias (por ejemplo, psicofármacos, analgési- cos opiáceos, fármacos anticolinérgicos), o por una combinación de estos mecanismos. El impacto sa- nitario de la asociación entre exposición a determi- nados fármacos e infección o neumonía depende de la prevalencia de uso de cada fármaco, la magnitud del riesgo relativo y la incidencia basal de infección o neumonía. Recomendaciones En definitiva, en la situación actual de pandemia, los tratamientos innecesarios y potencialmente perjudiciales deben ser revisados y eventualmente detenidos. Se deben tener en cuenta las siguientes puntualizaciones: • Es urgente revisar y detener temporalmente el uso de psicofármacos (sobre todo, antipsicó- ticos), fármacos anticolinérgicos y analgésicos opiáceos, y hacer seguimiento del paciente. • Es especialmente importante revisar la medica- ción de las personas que viven en residencias. Fármacos de utilización frecuente que incrementan el riesgo de neumonía en tiempos de coronavirus Artículos completos en la revista PANORAMA ACTUAL DEL MEDICAMENTO 434 • Durante la actual pandemia de COVID-19, todos los medicamentos deben ser críticamente revi- sados, y retirada su prescripción cuando sea po- sible, con el fin de disminuir no solo el riesgo de neumonía y sus complicaciones, sino también otros efectos adversos que son causa frecuente de ingreso hospitalario (por ejemplo, fracturas). • Es urgentemente necesario realizar revisiones sistemáticas detalladas de ensayos clínicos y es- tudios observacionales sobre la asociación entre exposición a fármacos y riesgo de neumonía y sus complicaciones. • También es necesario dar apoyo a los profe- sionales sanitarios para el ajuste de los planes de medicación a la situación de pandemia, y desarrollar convenientemente una colaboración internacional en investigación observacional de los factores de riesgo de neumonía y de muerte por neumonía. COVID-19: medicamentos antihiper- tensivos que actúan sobre el sistema renina-angiotensina e infección Ante la aparición de publicaciones sugiriendo que el tratamiento con antihipertensivos del tipo IECA y/o ARA-II podría ser un factor de riesgo de grave- dad para pacientes hospitalizados infectados con el SARS-CoV-2 (causa de la enfermedad COVID-19) o que el tratamiento con ARA-II podría actuar como factor de protección, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) re- comienda que los pacientes en tratamiento con ese tipo de medicamentos continúen con el tratamien- to, sin que actualmente esté justificada una modifi- cación del mismo. Recuerda, además, que estudios clínicos recientes no han observado ningún efecto de esos medicamentos sobre la gravedad de la COVID-19, confirmando la conveniencia de man- tener los tratamientos. En general, en pacientes con infección por SARS-CoV-2 y síntomas severos o sepsis, cualquier tipo de antihipertensivo (inclu- yendo los que actúan sobre el sistema renina-an- giotensina) debe utilizarse de acuerdo con las guías clínicas, teniendo en cuenta la situación hemodiná- mica del paciente. El farmacéutico comunitario, en colaboración con los especialistas del ámbito hospitalario, facilita el acceso a los medicamentos usados en el tratamiento sintomático y contribuye a prevenir los problemas relacionados con los mismos
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