Revista Pliegos de Rebotica - Nº 145 - Abril/Junio 2021

50 Pliegos de Rebotica 2021 PLIEGO DEL PRESIDENTE Raúl Guerra Garrido Y Y a pasó hace más de un año y aquí seguimos, ensimismados frente a la mar. La convivencia en confinamiento y contigo hasta el fin del mundo pero, ¿qué hacer en este instante? El paisaje es un fenómeno cultural pero, ¿qué hacen esos surfistas abriéndose paso entre las olas? Entretiene su juventud y sustancia, la de las olas, a solas su reiteración es todo un espectáculo. Manifiestan la curva sensualidad de su inacabable simetría, una cualquiera, ésta, su longitud de onda evidencia que viene de lejos, arquea su lomo antes del asalto, el viento desfleca su melena de espuma, y rompe como la luz naciente. Ese chico sobre una tabla. “Hombre libre, siempre querrás al mar, el mar es tu espejo, en la sucesión infinita de las ondas tu alma se refleja y tu espíritu no es un abismo menos amargo e insondable”. Sobre una tabla del capitán Nemo, mobilis in mobili y hasta la arena de la playa se estremece. El gesto es de una elegancia suprema y se supone un corazón majestuoso para recibir tanta felicidad, tanta salud. La más bella exhibición de fuerza de la naturaleza es a un tiempo movilidad y masa, y como la luz onda y partícula. Nostalgia de un tiempo irremisiblemente ido, muchos más años que el de ahora con o sin vacuna. Por distraerse del acecho del dolor, de los mutantes interdictos, de uno mismo. A lo lejos, las luces entreveradas de las olas rítmica y suaves como el vientre de una muchacha en la respiración plácida tras el amor. Las olas, hipnóticas como las llamas de un incendio. Por distraerse de este preciso instante. Contraste del recuerdo es el pésimo e inolvidable pareado de un condiscípulo del bachiller de séptimo y reválida: “Ola grande, ola terrible, ola fatal / Hola, muy buenas; hola, ¿qué tal?”.Y más allá de las olas un vértigo horizontal como el filo de una navaja barbera. n A solas las olas

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