Revista Pliegos de Rebotica - Nº 145 - Abril/Junio 2021
vida imposibles bajo el dominio de Roma. Lo cierto es que los suevos lograron establecer un reino en Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla-León, más la franja Norte de Portugal, y que su rey Rechila fue el primer soberano cristiano de las provincias occidentales del antiguo Imperio Romano, anticipándose a Clodoveo. Estos acontecimientos previos a la imposición de los godos, debieron producir fuertes sacudidas en la estructurada sociedad hispanorromana. El reino godo tuvo una evolución propia, iniciada con Ataúlfo en la Narbonense y tendiendo al progresivo dominio de la Península. Primero los alanos, después los silingos y vándalos –ya limitados al Norte de África– y, finalmente, los suevos, cedieron sus territorios al gobierno de Tarragona y Toledo. Este proceso se produjo con cambios en las tradiciones sucesorias, religiosas y jerárquicas de los visigodos que, no obstante, mantuvieron sus estirpes y sólo se mezclaron con las familias hispanorromanas principales. En estos matrimonios se basaron numerosas alianzas. Hasta llegar a asentarse en Toledo, en el sigloVI, los monarcas godos hubieron de enfrentarse a romanos, galos, francos, suevos e, incluso, a los bizantinos.Al gran número de monarcas y lo frecuente de la traición y el asesinato del rey gobernante –lo que fue denominado morbus Gothorum por los historiadores– cabe añadir una sucesión prácticamente continua de enfrentamientos bélicos. Cuando los últimos reyes de Toledo estaban centrados en el gobierno de España, se estaba forjando el reino franco, tras dos siglos largos de guerras entre francos y otros invasores contra la población gala y los romanos.Así, el Reino de Toledo se encontró posicionado entre dos escenarios en ebullición, el reino franco al Norte y el Islam al otro lado del Estrecho. No faltan historiadores que califican al reino godo de España como un retroceso en lo social.Algo similar podría atribuirse al reino franco, predecesor de la dinastía carolingia. Hoy, España y Francia son países con gran historia cuyas raíces más antiguas entroncan el Imperio Romano con las migraciones germánicas. La desaparición del Imperio Romano de Oriente no estuvo acompañada de la irrupción de una nueva potencia, como sucedió en 1453 con el Imperio Otomano, y fue por ello que varias provincias romanas devinieron reinos que, posteriormente, generaron Estados que han llegado hasta la actualidad. A pesar de la frecuencia con la que se ha calificado al reino godo de Toledo como corrupto, débil y con una población deseosa de liberarse de la bota germánica, la realidad es que estas valoraciones encuentran mayor fundamento en las formas de sucesión que en la estructura territorial y la indiscutible estabilidad de las fronteras. El Reino de Toledo se gestó sobre más de un siglo de gobierno, conquistas, expulsiones y alianzas.Tuvo elementos criticables, pero asentó los fundamentos de la España que surgió en el siglo XV tras fusionar reinos y forjando numerosas alianzas, sin dejar de considerar la herencia gótica. Sin embargo, la situación de España a principios del sigloVIII no se podía calificar de débil. El reino de Toledo se componía, por entonces, de la totalidad de la Península Ibérica y de la franja Sur de lo que hoy es Francia, a la sazón coincidente con la provincia Narbonense del antiguo Imperio Romano. En la ribera Norte del Mediterráneo gobernaban dos Imperios, el bizantino, el conformado por los restos del Imperio Romano de Occidente y el reino gótico. Los francos, dominadores de una serie de principados y pequeños reinos al Norte del Ródano, tenían grandes dificultades para ensanchar sus territorios hacia el Sur. Por otra parte, la frontera septentrional del reino de Toledo se mantenía, aproximadamente estática desde que Ataúlfo asentó sus reales en Narbona y Carcasona. Por el contrario, los reyes godos se habían desembarazado sucesivamente de alanos, vándalos y silingos ya en el siglo V. el reino suevo de Galicia necesitó más tiempo y la conjunción de actuaciones diplomáticas y militares. En suma, desde el sigloV las fronteras del reino de Toledo, aunque bajo amenazas intermitentes, no sufrieron sino incursiones de francos que fueron repelidas con celeridad. A pesar del morbus Gothorum hubo grandes soberanos en el Reino de Toledo.A los iniciadores,Ataúlfo y Teodoredo, que decidieron hacer del solar hispano su dominio, siguieron monarcas tan capaces como Leovigildo, Sisebuto,Wamba, Chindasvinto y Ervigio. Sus logros, unificando territorios y legislando, a la vez que convocaban concilios cuyas actas han permitido conocer una época crucial de la Historia de Europa, constituyen hitos indiscutibles. Ya se ha mencionado que España es un crisol de razas. Los españoles de hoy deben su cultura a este fenómeno. Los godos figuran entre los forjadores de los grandes acontecimientos del devenir de España. n 49 Pliegos de Rebotica 2021 El gran sarcófago Ludovisi, del siglo III, representa una batalla entre los godos y los romanos.
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