Revista Pliegos de Rebotica - Nº 145 - Abril/Junio 2021

C C on semejante titular puede esperarse cualquier cosa sino se concreta algo desde un principio, lo que no voy a hacer, de momento, pues con ello me quiero referir a la inveterada costumbre de preguntarse ¿y si hubiese ocurrido esto?, o su versión contraria ¿cómo hubieran sido las cosas si no se hubiera producido tal hecho? Preguntas que suelen responder más a necesidades del presente que a un interés por añadir conocimiento al pasado y que, por tanto, no añaden nada a la historiografía; pues no basta con quedarse con el hecho en sí si no se tienen en cuenta la cadena completa de causa efecto que se altera al cambiar el hecho inicial. El pasado 27 de diciembre se cumplieron ciento cincuenta años del atentado que le costó la vida al general Juan Prim a la salida del Congreso, cuando regresaba a su domicilio en el palacio de Buenavista, sede del Ministerio de la Guerra, en unos tiempos convulsos, inestables, cuando en la calle del Turco, hoy del Marqués de Cubas, fue tiroteado en su berlina, que se conserva en el Museo del Ejército, acompañado por sus dos ayudantes: Moya y González- Nandin y sin escolta, como era su costumbre, pues se había negado a llevarla para evitar dar la sensación de estar temeroso o incluso de cobardía, algo absolutamente imperdonable en un militar; hasta el punto de que estos dos últimos tampoco portaban armas por expreso deseo del general. Tres días más tarde fallecía como consecuencia de las heridas recibidas, al parecer no tanto por la gravedad de las mismas como por la falta de atención médica adecuada, por lo que terminaron supurando y provocando el óbito una septicemia. Al mismo tiempo llegaba a las costas españolas el duque de Aosta, ya elegido en las Cortes como rey de España,Amadeo I, de la casa de Saboya, interrumpiéndose de esta manera la monarquía borbónica tras el destronamiento de Isabel II y su posterior abdicación; dando paso a la fórmula de monarquía constitucional consagrada en la reciente Constitución vigente, la de 1869. En consecuencia, tras ordenar el rey la suspensión de todos los festejos que le aguardaban durante su traslado en tren desde Cartagena a Madrid y personarse directamente en la basílica de Atocha a presentar sus respetos delante del cadáver del hombre al que debía su entronización, escena recogida de manera idealizada por José Mª Martín del Castillo Lo que pudo haber sido y no fue 22 Pliegos de Rebotica 2021 Juan Prim Amadeo I de Saboya rey de España, 1870-1873. Amadeo I visita la capilla ardiente de Prim, quien fue su principal valedor.

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