Revista Pliegos de Rebotica - Nº 145 - Abril/Junio 2021

E E n la Tabla Periódica está la memoria de las estrellas.Y también está la memoria anterior y posterior a la memoria de un hombre que un día de abril, ese “mes cruel” que, al decir de T.S. Eliot,“engendra lilas de la tierra baldía y hace renacer la vida nutriéndola con tubérculos secos”, decidió arrojarse por el hueco de la escalera de la casa donde había vivido casi toda su vida. Para entonces, Primo Levi (Turín, 1919- 1987) había editado su Trilogía de Auschwitz . Antes de cerrarla, el escritor turinés había dejado a sus lectores El Sistema Periódico, escrito en 1975. Se trata de un libro inclasificable donde clasifica cada elemento químico relacionándolo con una pequeña narración. Estructurado en 21 capítulos, cada uno de ellos está dedicado a un elemento químico convertido en metáfora del hombre y de las relaciones humanas. En el capítulo que abre el libro, consagrado al argón, el gas “inactivo” que está presente en casi el 1% en el aire seco, es decir, en proporciones 20 o 30 veces más abundantes que el anhídrido carbónico, Levi traza la historia de sus antepasados:“En el aire que respiramos existen los llamados gases inertes. Llevan extraños nombres griegos, de raíz culta, que significan ‘el nuevo’,‘el oculto’,‘el inactivo’,‘el extranjero’.Tan inertes son, efectivamente, y tan pagados de sí mismos que no interfieren en reacción química alguna ni se combinan con ningún otro elemento, y precisamente por eso han pasado inadvertidos durante siglos”. El dedicado al zinc es una interesante reflexión filosófica de quien es considerado como “el Darwin de los campos de la muerte” por la crítica y escritora Cynthia Ozick , su gran admiradora:“En los apuntes se daba un detalle que en una primera lectura yo había pasado por alto, y es que el zinc, tan tierno y delicado, tan dócil ante los demás ácidos que se funden en uno, se comporta en cambio de modo bastante diferente cuando aparece en estado puro: entonces se resiste obstinadamente al ataque. Se podían sacar dos consecuencias filosóficas contradictorias entre sí: el elogio de la pureza, que protege del mal como una coraza y el elogio de la impureza que abre la puerta a las transformaciones, o sea a la vida. Descarté la primera, desagradablemente moralista, y me dediqué a considerar la segunda, más afín con mi manera de ser. Para que la rueda de vueltas, para que la vida sea vivida, hacen falta las impurezas, y las impurezas de las impurezas; y pasa igual con el terreno, como es bien sabido, si se quiere que sea fértil. Hace falta la disensión, la diversidad, el gran de sal y de mostaza. El fascismo no quiere estas cosas, las prohíbe, y por eso no eres fascista tú; quiere que todo el mundo sea igual, y tú no eres igual. Pero es que ni siquiera existe la virtud inmaculada, o, caso de existir, es detestable”. En el relativo al hierro aborda su amistad con Sandro, hecho prisionero por los fascistas y asesinado por un “niño-carnicero”, aunque dice ser consciente de que “es una empresa sin esperanza recubrir a un hombre de palabras, hacerlo revivir en una página escrita”.También es el capítulo donde califica como un poema al Sistema Periódico:“Empezamos a estudiar Física juntos, y Sandro se quedó estupefacto cuando traté de explicarle alguna de las ideas que confusamente cultivaba yo en aquella época (…). Que dominar la materia es comprenderla, y comprender la materia es preciso para conocer el Universo y conocernos a nosotros mismos, y que, por lo tanto, el Sistema Periódico de Mendeleiev, que precisamente por aquellas semanas estábamos aprendiendo a desentrañar, era un poema, más elevado y Jose ́ Gonza ́ lez Nu ́ n ̃ ez 10 Pliegos de Rebotica 2021 El sistema periódico un poema de hace 150 años (II) Cuando entonces, era el miedo una sombra huyendo por las esquinas. Cada elemento le dice algo a alguien (algo diferente a cada quien) como los valles montañosos o las playas visitadas en la juventud. Primo Levi

RkJQdWJsaXNoZXIy MTEwMTU=