Revista Pliegos de Rebotica - Nº 144 - Enero/Marzo
34 Pliegos de Rebotica 2021 LOS BOTICARIOS A Marisol Donis A comienzos de 2020 se presenta en París una colección de Givenchy basada en las cartas queViginiaWoolf, escritora británica y gran figura del feminismo internacional, intercambió conVita Sackville–West poetisa, novelista y paisajista inglesa. Una colección de ropa homenaje a la relación de amor entre ambas escritoras. Las dos estaban casadas.Vita con Harold Nicolson y Virginia con LeonardWoolf. Una de las cartas más conocidas: “Vita deja a tu marido e iremos a Hampton Court a cenar juntas al lado del rio y pasear en el jardín a la luz de la luna. Llegaremos a casa tarde, nos beberemos una botella de vino y te diré todas las cosas que tengo en mi cabeza, millones. No se agitarán durante el día, solo en la oscuridad, junto al río. Deja a tu marido, te digo, y ven”. CuandoVirginiaWoolf conoció aVita, su cuñado le dijo “Ten cuidado que es lesbiana” a lo que ella respondió “Entonces no sabré resistirme”. Vita era una socialité , la más famosa de la época en su país. Las dos mujeres vivieron su relación con absoluta libertad porque sus maridos lo consentían. La época victoriana y su mojigatería no afectó a las clases altas y ellas pudieron contarlo. De estas dos mujeres, la más interesante para indagar sobre ella, es Vita. Casó con Nicolson en 1913 y desde el primer momento pactaron una relación abierta. Ella tenía relaciones sentimentales con al menos cuatro mujeres, siendo la preferidaViolet Trefusis socialité y autora inglesa. Sus maridos las consintieron hasta una especie de huida a París, una de ellas vestida de hombre, para que vivieran su pasión con absoluta libertad. No es de extrañar que su relación fuera especial. Se habían conocido cuando tenían 11 y 13 años.Tres años después pasaron a mayores, y siguieron muchos años más. Un hijo deVita encontró unas cartas cruzadas entre ellas que datan de 1910–1921, que actualmente se conservan en una Biblioteca de libros raros y manuscritos en la Universidad deYale, aunque faltan las que el marido deViolet destruyó. Violet era hija de la brillante Alice Keppel, socialité amante favorita del rey Eduardo VII el hijo mayor de la reina Victoria de Inglaterra. Recibía en sus salones de Portman Square a aristócratas, políticos y a las personas más destacadas de Europa que visitaran Londres. Estaba considerada como la mujer más bella del momento. La amistad entre las jóvenes se enfrió porque Vita mantenía una gran relación de cariño con su marido y Violet se sintió fuera de lugar. La unión del matrimonio Nicolson era tan profunda y afectuosa, que cuando en 1917 Nicolson tuvo que explicarle a su mujer que había contraído una enfermedad venérea como consecuencia de un encuentro homosexual con un desconocido, ella debió pensar “nobody´s perfect” y siguió su relación sin reproches. Los dos eran iguales. La historia familiar deVita es una caja de sorpresas. Vamos a dar un salto atrás y situarnos en el año 1851 en Granada.Allí Pepita Durán, bailarina española que en sus giras por el extranjero levantaba pasiones actuando en una compañía de zarzuela, declamación y baile, era perseguida por sus admiradores en las calles de Praga yViena.También es verdad que la llamaban los críticos “artista pedestre”, pero el éxito estaba asegurado. El empresario de la compañía se llamaba Juan de Oliva y al contraer matrimonio con ella, pasó a llamarse Pepita de Oliva y ese fue su nombre artístico. Trabajaba en Madrid, ya separada de Juan de Oliva, cuando la vio actuar el secretario de la embajada inglesa Mr. Sackville–West que se enamoró de ella y consiguió llevársela a Inglaterra, no sin antes contraer matrimonio en la iglesia de San Millán en 1853, sin haberse Amigas y conocidas
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