Revista Pliegos de Rebotica - Nº 144 - Enero/Marzo

E Pliegos de Rebotica 2021 Soneto n º614 Ayer caían lágrimas calientes, mirando hacia el pasado y sus conjuntos. Enseguida el helor de los difuntos las tornaba granizos en torrentes umbríos bajo soles decadentes, frente a los aires nuevos y presuntos horizontes.Venid. Recemos juntos por las flores de invierno y por las fuentes. Para que colmen de divino aroma los mares, las atmósferas, los predios hoy sujetos al cardo y la incerteza; Para que, almos, en cada verde loma broten contra la espina los remedios e inunden de cariño la belleza. A mi yaya Pepa. RESPONSABILIDAD ¿Qué lo hecho, hecho está? ¡Ay, ese no es el camino, sino ciego desatino que, arduo, te conducirá al abismo! ¡Deja ya la levedad del guiñol! Ponte bajo el arrebol del vero discernimiento; repara desde el cimiento y haz brotar en tu alma Sol. 18 Pedro Jose ́ Pe ́ rez Rodri ́ guez Plie s tic POETAS DE HOY Y DE SIEMPRE Soneto nº 608 Vivir la vida en lo mortal fijado o aspirar a los soles eternales. Cohabitar con espíritus banales o entregarse al concepto más alado. Apostar fuerte contra suerte y hado o resignarse a túrbidas señales. Participar de fatuas bacanales o mantenerse del divino lado. ¡Todo, salvo saber que el sacrificio ingente no genera flor ni fruto mientras la luz te niega cada día! ¡Cualquier senda es mejor que el vil suplicio de hallarse reo en el perenne luto por la tierra mediocre, estéril, fría! Soneto nº 575 Yo quisiera por siempre retenerte, alba alada de lirio y azucena, cristal allende cardo, roca, arena, en cuyos brillos arde bruna muerte. Yo quisiera por siempre amarte, verte desde la brisa dulce que encadena su éter sin pecado a luna plena, oscilante entre oro y ámbar fuerte. Mas ‒ ¡ay! ‒ escurridiza, esquiva Eos, ¡cuán cara, inalcanzable tu corona es para todo espíritu florido! ¡Fija tus rayos en los tristes reos que tiemblan sobre espino y hora nona! ¡No le dejes ni un punto al alarido! POR ESPAÑA ¿Que el cardo al mal te desciende? Pues defiende con titánica vehemencia tu alma esencia de quien la mancilla y daña, ¡ay, mi España! Contra el orco y su guadaña celeste y ángel bendito. ¡Reacciona!¡Escucha mi grito: defiende tu esencia, España!