Revista Pliegos de Rebotica - Nº 142 - Octubre/Diciembre 2020
50 2020 PLIEGO DEL PRESIDENTE Raúl Guerra Garrido L L os aniversarios son siempre más nostalgia que información y los recuerdos son como las cerezas y los besos, si tiras de uno salen en racimo.Y más, cómo no, si ocurren en un trance de confinamiento provocado por una pandemia vírica. Así ocurre en este número de la revista en que celebramos dos efemérides propias y con ellas le ponemos al mal tiempo buena cara: 45 años del número uno y 30 de dirección bajo la batuta de Margarita Arroyo. De las que quiero destacar dos circunstancias personales. Federico Muelas, nuestro primer presidente, con famosa tertulia de rebotica en su farmacia de la calle Gravina de Madrid, siempre soñó con editar una revista poético literaria con un título evocativo de la enorme sensibilidad que solía acumular en sus versos: Pliegos de Rebotica . Deseo que iba a cumplirse una vez nacida la Asociación Española de Farmacéuticos de Artes y Letras , puesto que al año de su fundación se publicaba ya un primer número con tal nombre, pero póstumo para Federico fallecido unos meses antes. Las revistas literarias son la reserva intangible e insustituible de la literatura pero su vida, como la de los juglares “a mucho riesgo y apuesta”, suele ser corta. De tal pasado recuerdo las nostálgicas desapariciones de aquellas en que algo escribí, Papeles de Son Armadans , El Urogallo , Kurpil, Camp del´ Arpa, Cuadernos del matemático, Sin embargo… evidencia de que resistir 45 años es toda una lírica epopeya. A Margarita Arroyo la conocí a través de un poemario que retuvo mi atención, su sensible El yelmo y sus adornos . Después, cuando la conocí personalmente, me admiró la macla de su persona y verso: joven, decidida, clásica y a la vez festiva y transgresora. Hija de la posmodernidad, así apareció en la decisiva Las diosas blancas : antología de la joven poesía española escrita por mujeres, de Ramón Buenaventura, entre Ana Rosetti, Luisa Castro, Blanca Andreu y estrellas varias. Margarita sigue en la brecha poética y demuestra su fidelidad y amor a la farmacia en su La gran aventura de León Felipe .Y, por supuesto (su puesto), dirigiendo Pliegos de Rebotica desde hace treinta años con una generosidad indescriptible, sin diezmos ni primicias. Un esfuerzo digno de admiración, tan de máximo agradecimiento como difícil percepción fuera del entorno. Gracias, Margarita, a tus pies rendido un viejo león. Resistir nueve lustros es toda una lírica epopeya, sí, pero no hubiera sido posible sin la generosa ayuda a las humanidades del Consejo General de Colegios Farmacéuticos . Dejo constancia. Nuestra diosa blanca
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