Revista Pliegos de Rebotica - Nº 142 - Octubre/Diciembre 2020
L L os farmacéuticos, con una profesión de gran cercanía social, tenemos en nuestras distintas modalidades de acción –dispensación, producción, análisis, investigación…– un compromiso especialmente relevante en unos momentos en que nos damos cuenta, acuciados por circunstancias excepcionales, de que, en el antropoceno, la humanidad en su conjunto se halla amenazada por procesos potencialmente irreversibles como el calentamiento global, y que es precisa e inaplazable una reacción global, sin excepción alguna por razón de ideología, creencia, etnia… Constituiría una irresponsabilidad intergeneracional imperdonable. Aquí sí que no cabe la razón de la fuerza. Sólo la fuerza de la razón, del conocimiento, del despliegue pleno de la facultad de anticiparse, de innovar, ¡de crear!, que caracteriza a la especia humana. “El hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras”, escribió José Vélez en la contraportada del libro “La palabra y la espada”, publicado por AEFLA en la colección PHARMA-KI. Tenemos que ser responsables y solidarios para que sea la palabra y no la espada lo que prevalezca. Tenemos que favorecer –“¡consulte al farmacéutic@!”–la difusión de la palabra para situarnos en primera línea de los cambios radicales que requiere la nueva era, en la que todos los seres humanos puedan vivir dignamente. Carlos Lens, uno de los grandes farmacéuticos, pensadores y literatos, hablaba de la imperativa necesidad, en la sociedad del conocimiento, de aplicar resueltamente el saber en lugar, de una vez, del uso de la fuerza. “Tertulia”, “rebotica”… todo evoca encuentro, diálogo, compañerismo… ¡palabra! En cuanto menciono “tertulia” y “palabra” pienso en el gran farmacéutico, gran amigo, gran ser humano, que fue, que sigue siendo, invisible, Juan Manuel Reol. Le llamábamos, de estudiantes, “el de la palabra fácil y elegante”. Cuanto antecede son “notas emergentes” para festejar el 45 aniversario de los Pliegos de Rebotica , para felicitar a todos lo que lo han hecho posible y para animarles a que no decaigan en su empeño… También para aconsejar su lectura a todas las mujeres y hombres que contribuyen a la sanidad, prioridad absoluta, desde las múltiples ramas del frondoso árbol de la farmacia. Y, al final, pero muy al principio, rendir homenaje a Margarita Arroyo, Directora, compendio de toda belleza, que siempre ha propiciado, como Blas de Otero, el valor supremo de la palabra. Margarita: sigue iluminando muchas reboticas y tertulias. No te canses porque piensa que “puedes ser luz al final del túnel de alguien”. 5 2020 45 años de la Revista Pliegos de Rebotica Federico Mayor Zaragoza Federico Mayor Zaragoza con Margarita Arroyo
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