Revista Pliegos de Rebotica - Nº 142- julio/septiembre 2020
solución de Battley sedante, con opio en su composición. A ese frasco añadió antimonio y acónito. Todas las noches unas gotitas, durante mucho tiempo. Mientras la esposa languidecía, Pritchard mantenía relaciones con una de sus sirvientas, de solo 15 años a la que dejó embarazada y luego practicó un aborto. Cada vez que les visitaba la suegra, de 70 años, encontraba a su hija con peor aspecto. Pritchard, siempre solícito, preparaba batidos reconstituyentes para ambas mujeres. Primero murió la suegra y pocos días después la esposa. El médico que las trataba consideró extrañas esas muertes y se negó a firmar el certificado de defunción, pero no informó a las autoridades de sus sospechas. El doctor Pritchard se ocupó de falsificar el certificado firmando como causa de las muertes, fiebre gástrica. Solo que, se recibió un anónimo afirmando que las mujeres habían muerto envenenadas y se ordenó la exhumación de los cuerpos, descubriendo en la autopsia la presencia de antimonio, acónito y opio. Parece ser que el envenenamiento en el caso de la esposa, fue lento para no levantar sospechas. Al presentarse la suegra, aumentó las dosis de antimonio y el desenlace fue rápido. El Dr. Pritchard lo planeó todo meticulosamente. Su condición de médico le permitía conocer que, administrar el tóxico elegido en pequeñas dosis y por mucho tiempo, daría lugar a síntomas generales sin significación precisa. A pesar de emplear antimonio, uno de los venenos más capaces de producir lesiones extensas, no dejó ninguna lesión característica en los órganos. Aun así la autopsia detectó vestigios. En esos años la localización de los venenos se fundamentaba en que estos, una vez absorbidos, no son expulsados por la misma vía. El plomo, arsénico y antimonio acumulados en el hígado, se expulsan por los riñones.Y los riñones hablaron. Acusado de los dos asesinatos, después de un juicio que duró cinco días fue condenado a muerte. Ahorcado en 1865, la ejecución fue pública. Sería la última ejecución pública en Escocia y asistieron a ella cerca de cien mil personas. Aprovechando el gentío, muchos carteristas y ladrones de todo tipo sacaron buena tajada. Este envenenador creó escuela. Años después una mujer fue acusada de envenenar a su marido con antimonio, pero no pudo probarse y salió absuelta. El antimonio fue usado en medicina como emético y purgante hasta que se declaró veneno oficialmente en 1866. Un año después de la ejecución de Pritchard. 35 Pliegos de Rebotica 2020 LOS BOTICARIOS Familia de Pritchard
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