Revista Pliegos de Rebotica - Nº 141- abril-junio 2020

L L a verdad es que había estado ahí desde el principio de la humanidad. Siglos buscando una fuente de energía accesible, potente, continua, y desde finales del siglo XX, no contaminante y sostenible, y la teníamos frente a nuestras narices sin verla: la gravedad. Claro, hasta que no fuimos capaces de plegar los átomos de carbono en estructuras triangulares, generando un material que sin pretenderlo, absorbía esa energía, de manera ininterrumpida, liberándola con la más mínima corriente eléctrica, no pudimos aprovecharla. Se generaba millones de veces la cantidad de electricidad empleada tanto en la fabricación del nuevo material, como en el impulso que liberaba la descarga de energía.Y además era sumamente barata y no contaminante la producción del carbono triangular. Es decir, energía limpia, ilimitada y barata. Y con ella llegó el caos. Los modelos económicos en los que se sustentaba todo el mundo y la economía occidental se desmoronaron. Las industrias productoras de energía eran incapaces de competir con pequeños aparatos domésticos que generaban energía gratis sin límite. Las empresas de las energías petrolífera, eólica, solar, etc… quebraron de la noche a la mañana al no ser necesarios. Los mercados bursátiles colapsaron. Los vehículos de cualquier clase podían funcionar con una pequeña adaptación que hacía que ya no tuviesen que repostar combustible nunca más. Millones de personas sin empleo, empresas en bancarrota. Lo que parecía que iba a ser la salvación y avance definitivo de la Humanidad, se convirtió en el comienzo de su cataclismo. Llegaba el ocaso del mundo conocido, pero también el principio de un nuevo escenario. Tras meses de conflictos múltiples, en los que salieron a relucir armas y desastres de todo tipo a lo largo y ancho del planeta, empezó a vislumbrarse una cierta esperanza en el mundo de la Ciencia, la cual con el nuevo material productor de energía en sus manos, revisó los residuos del mundo pasado, adaptando tecnología, creando nuevas empresas y actividades, generando una esperanza en los supervivientes. La ilusión volvía a ser visible. Los reductos que se oponían a esta nueva visión fueron transformándose… o siendo eliminados. La nueva energía que en principio se utilizó para fines civiles, rápidamente fue adaptada a otros usos militares, por lo que el bando científico en poco tiempo tuvo armas sorprendentes, pues siendo limpias, sin dejar residuos nucleares, ni explosiones devastadoras, ni efectos por el estilo, eliminaban la oposición a este nuevo mundo. El mundo científico se sintió en la cumbre de la evolución, en el Olimpo de los Dioses. Eran los que habían traído la solución de la energía al planeta, habían asegurado su supervivencia sin explotar los recursos naturales ya sumamente mermados, habían cambiado el afán productivo y consumista de la sociedad, y aunque mucha, Juan Jorge Poveda Álvarez Energy 8 Pliegos de Rebotica 2020

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