Revista Pliegos de Rebotica - Nº 141- abril-junio 2020

obra, creíble y atractiva, capaz de elevar al maestro la categoría de mito. Joselito no tuvo ese biógrafo, porque Gregorio Corrochano, autor de “¿Qué es torear? Introducción a la tauromaquia de Joselito” habla de la gran técnica de “Gallito” pero no novela su estética ni los pormenores cotidianos, eso sí responde a la pregunta que da título a la obra:“creí que lo sabía Joselito y vi como un toro le mató en la plaza”. Paco Aguado escribe:“El Rey de los Toreros, Joselito el Gallo”.Y así es, Joselito no solo fue el mejor torero sino que, en palabras de Andrés Amorós:“es la referencia permanente del clasicismo, en el arte de la Tauromaquia”. Muchas fueron las aportaciones, e innovaciones, de Joselito, de hecho fue el introductor de la faena contemporánea, de una manera regular, en el clasicismo de la corrida de toros. Para ello hubo de ser valiente para renovar e introducir cambios cuales; la necesaria selección de las reses que permitiese que los toros fuesen lidiables y toreables durante los tres tercios. Hasta entonces la suerte de varas era la suerte estrella, el tercio de muleta era la preparación para la muerte, muletazos y pases sueltos, generalmente, sin ligazón alguna, aunque ya se atisbaba un proceso de renovación, y ésta la materializa Joselito, con su gran técnica, imprimiendo al pase natural, que se ejecutaba anteriormente, su impronta; quedarse inmóvil ante la embestida del toro, emoción a los espectadores, técnica y estética juntas, ya no basta someter al toro para matarle, es necesario trastearle, aguantarle con armonía y belleza, quietud que emociona ante la acometida del astado, riesgo en la faena, buscar la nobleza de la embestida y pasarse el toro muy de cerca sin mover los pies. El protagonista ya no será el toro únicamente sino el torero, quietud y ligazón de naturales cargando la suerte para el toreo en redondo, base de la esencia de la tauromaquia actual, y eso es el mayor mérito del inteligente Joselito. Chicuelo, y Belmonte así la concibieron también, añadiendo a la faena su arte y sello personal. Manolete culminó la obra. Pero Joselito, que era aclamado por la afición, deseaba, por considerar caras las entradas para verle, que las plazas fueran más grandes, dando cabida así a un mayor número de espectadores, y por ello promovió la construcción de las plazas monumentales de Sevilla, actualmente demolida, y Madrid, que fueron sus dos “grandes proyectos”, no exentos de sinsabores. La de Las Ventas, que el no pudo ver terminada, da testimonio del deseo del Maestro Ojalá que en el siglo XXI fuésemos capaces de tomar el testigo de “Gallito” y renovar la Fiesta adecuándola a las necesidades de esta época Evoco lo versos de Gerardo Diego en su Elegía a Joselito:“La lidia toda, atada y previsora/ sabio ajedrez contra el funesto hado. Gesto de capitán, cómo te llora/ la cofradía del aficionado…” socios socios socios socios socios DESDE EL CALLEJON

RkJQdWJsaXNoZXIy MTEwMTU=