Revista Pliegos de Rebotica - Nº 141- abril-junio 2020

QUEMAR ETAPAS La vida serpentea, siempre avante como en un rosario de hitos almenados. No importa la distancia ni el talante de quien ríe feliz en cada instante o quien lleva una cruz acongojado. En las piedras que jalonan el camino está el sino fatalmente trazado, esperan su grandeza en el destino miran con ansia el eslabón vecino y son historia del quehacer pasado. Tú comenzaste feliz tus andaduras. Sigue adelante. No mires las etapas que a tu espalda quedaron ya dormidas. Emprende otros empeños, nuevas vidas. Y cuando al fin cansado ya te sientas vuelve entonces la vista hacia el pasado. Contemplarás caminos ya trazados por tu sandalia fuerte y ahora lenta. LA VIEJECITA Siempre pegada a tu toquilla, siempre asomada a tu ventana. La ropa en el arcón huele a manzana y el mar se aleja de tu orilla. Tus ojos, que aún son dulces, van cansados, pero miran serenos y tranquilos, queriendo retener con tenues hilos lois recueerdos y amores ya pasados. No te importe que el sol, en tu vejez, en nieve pura te haya transformado olvidando tus tiempos de doncella, pues por buena, por madre y por mujer al final del camino transitado el Señor te está esperando en una estrella. 36 Francisco Femenía López Pliegos de Rebotica 2020 NUESTROS POETAS A LA CÁMARA FOTOGRÁFICA Condensaste la imagen, paraste el movimiento. Como en los cuentos de hadas el encanto se hizo. Quedó eterna, indeleble, la esencia en su cimiento. Plasmado para siempre, del instaqnte, el hechizo. Guardaste los recuerdos, las penas y alegrías, la cara acongojada, la sonrisa radiante, las montañas, las nubes, el sol del medio día y todo en un minuto...¿qué digo?..en un instante. Sin embargo, ayer tarde tras mi amarga sonrisa, te quedaste muy quieta sin captar el momento en que aquella muchacha, que pasaba deprisa, denotaba palpable, su interior sufrimiento. ¿Qué pensaba la niña? ¿Qué temor la azotaba? ¿Por qué no me lo explicas? ¿Por qué no había calma? Me dejaste en la duda, pensé que no me hablabas porque a pesar de todo, a ti te falta el alma. PESIMISMO ¿Por qué miráis con pena lo pasado? ¿por qué acusáis el peso de la etapa? ¿por qué sentís el frío, aún con la capa? ¿por qué os tiene la nostalgia acongojados? Habéis cumplido, a veces con desvelo, los fines que el destino os ofertó, vuestro ánimo caido al fin se levantó y elevásteis los ojos hacia el cielo. Por eso, sin nostálgias, ni añoranzas con ilusión teñida de templanza, esperad la llegada de la aurora que en un calmoso mar de paz y de bonanza, os hará recobrar, por fin vuestra esperanza matizada de amor, en esas horas

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